taliesim escribió:que al perro le guste mas un juguete que otros e interactuar con ese juguete, VALE
que, se obsesione hasta tal punto, que:
deje de jugar con otros perros, por ese juguete.
ataque a otros perros por ese juguete (una cosa es marcar y otra atacar)
me gruña a mi (que soy quien le da el juguete y el resto de sus recursos)
que llegue a morder a cualquier persona, incluso a mi por ese juguete...
eso ya NO ME VALE.
Es que una obsesión por un juguete no basta para que tu perro te gruña, te muerda o ataque a las personas. Ni basta para que mate a otro perro que se acerca a ella.
¿Que no juega con otros perros cuando está presente la pelota? ¿Y eso qué importa?
Estáis humanizando el término de "obsesión" referido a perros, convirtiéndolo en lo que sería para nosotros. Para ellos no es algo más que les encanta.
Si estuviera con un hueso tampoco jugaría con otros perros. ¿También es una obsesión?
La palabra obsesión es como lo llamamos nosotros, pero más que una obsesión es que le encante.
Además, no veo porqué un perro tiene que estar constantemente jugando con otros. Ni es necesario ni es natural en todos ellos. Jugará cuando quiera, pero si le divierte más que le tires la pelota, jugará a eso. Estáis dando por supuesto que es mejor que juegue con el otro perro a que juegue contigo. Y creo que vuelve a ser humanización, porque pensáis en lo que sería bueno "idealmente" para ellos y no dejáis que decida. Dicho a lo bruto: os atribuís el derecho a ello.
Ariam escribió:desde mi punto de vista una obsesión va más allá, no es simplemente motivación, es ansiedad, nerviosismo, preocupación, agresividad, comportamientos anormales (como dejar de relacionarse o no querer comer).
Digo lo mismo que arriba, estáis humanizando el término.
No es necesario una obsesión, pero ayuda muchísimo.
De todos modos, ¿cómo le quitaríais la "obsesión" por la pelota?