Pues a mí me parece bien, claro que le veo sus inconvenientes, pero si te ayuda, ¿por qué no?
Los inconvenientes que le veo son los que ha dicho Reversa: el día que no lleves el silbato encima, y que otras personas también lo utilicen. Yo para evitar estos problemas lo que haría es que la acostumbraría a venir tanto con el silbato como con tu voz, el día en el que alguna te falle siempre tendrás una alternativa

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Yo es que no tengo ese problema la verdad, es rarísimo que Dady se aleje, pero que raro, raro, raro

, siempre me tiene puesto los ojos encima, y cuando está distraído tampoco tengo la necesidad de gritar, con un tono pronunciando su nombre algo más elevado ya me mira para ver qué quiero, pero si no fuese así, y tuviese el problema como el de otros propietarios, ¡me habría hecho con un silbato en menos que canta un gallo!

Algunos se dejan la garganta

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Si me permites un consejo a la hora de llamarla jeje. No grites, no eleves la voz con frecuencia, muchas veces creemos que no nos oyen, tendemos a ''humanizarles su frecuencia de audición''

. Solemos llamar al perro con una frecuencia con el que lo haríamos con uno de nosotros, sin pararnos a pensar que el perro tiene un oído muchísimo más desarrollado que el nuestro, así que mientras que con mi madre me puedo dejar la garganta para llamarla, con Dady vale que eleve el tono un poco más de lo habitual.