Al siguiente dia, fuimos por tí, estabas muy nerviosa, pero no más que yo. Te llevamos a casa y me quedé contigo en el parque mientras Carlos trae a bioy para hacer las presentaciones. La cosa fue mal desde el principio, no os gustasteis nada. Ni tu a él, ni el a ti. Eras dominante, agresiva, no dejabas que nos acercaramos con facilidad. A bioy lo mantenias a raya, y un dia le hiciste una fisura en un ojo. Me pregunté si habia hecho mal. Tenia miedo. Eras mucho más grande que él, y te creia capaz de hacerle cualquier cosa. No conseguía quererte, porque pensaba que le harias daño a mi niño. Desconfiaba de ti. En los paseos, ibas a tu aire, no me obedecias, te ibas más lejos de lo que debias y además no volvias a la primera llamada. No eras como bioy, obediente y sumisa. Algunas noches pensé en que no deberiamos haberte traido, en que habiamos cometido un error. Pero, por otro lado, te veia tan feliz cuando llegaba a casa el pintor que nos estaba reformando la casa, te veía irte por ahi mientras yo me quedaba con el corazon en un puño, pero volver confiada en que yo seguiría ahi esperandote. Poco a poco entendias que eramos tu familia. Poco a poco ibas conquistando tus espacios, nuestros corazones, la cama, el sofá, todo. Cuando quieres un cariño, vienes a mi y con tu patita lo pides. Con tu mirada y con tu cola meneandose como un abanico lo dices todo, sabes hacerte entender todo lo que quieres. Cuando es la hora de comer, te sientas junto a tu plato a esperar hasta que te servimos el pienso. Duermes todo el dia, mejor si es en la cama y mejor si es con tu cabecita recostada sobre la almohada. Eres la reina de la casa, eres como la madre de todos. Juegas con bioy y con bimba cuando tienes ganas, cuando no tienes ganas les sueltas un gruñido y los pones en orden, y ellos te obedecen. Eres lista, obediente y muy tranquila en casa, pero una loca salvaje en la calle. Mi asesina favorita, nos has dado más de un disgusto, pero no podriamos vivir sin ti. Todos en esta casa giramos a tu alrededor y tus deseos son ordenes, eres el pilar de la casa. Te queremos mucho, Dina, a pesar de que te vas de paseo sin esperarnos, a pesar de ser una asesina de pollitos, cazadora de gatos y de patos, a pesar de que roncas cuando duermes y tiras pelo todo el año.
Te queremos, Dina. Gracias por habernos aceptado finalmente como tu familia.
De parte de Carlos, Yadira, Bioy y Bimba, gracias por estar con nosotros.





