
Una vez me pasé una hora buscando, cuando dimití y fui a coger los libros que había dejado sobre la mesa (PRESTADOS POR MI SUEGRA) veo que estaban MEADOS...



Lo saben, los sinvergüenzas. Otra cosa son los cachorrillos que no tienen ni idea de lo que hacen, pero los creciditos...
Y edito: Cuando hacía alguna trastada (casi siempre era subirse a la mesa a rebuscar, y si encontraba comida se la llevaba) el resto de perros tan tranquilos, me saludaban y se quedaban mirando mientras trataba de saber qué había hecho el saltarín.