
No estoy pasando una buena época. El día 18 de este mes de marzo ha hecho 2 años que me separé de mi marido, después de 17 años juntos (desde los 17 años)
El psicólogo me dice que mi idea de que ya no le quería, y que no era el compañero de mi vida se debió a los cambios hormonales sufridos por mi cuerpo a raíz de mi embarazo, y desemboco en romper nuestro matrimonio cuando mi hijo sólo tenía 6 meses. Eso ya da igual. El sentimiento de culpa y de pena creo que me acompañará toda mi vida y ya nada volverá ser lo mismo.
Después de separarme, caí en una depresión que me alejo de todo y de todos durante casi un año. Nada me importaba lo suficiente para levantarme de la cama, para salir a la calle, ni para levantar el teléfono. Hasta que llegaron ellos.
Primero Harley. Mi boxer blanco. Con sólo 1 mes llegó a casa. Una compañera de trabajo había cruzado a sus dos boxer y había tenido 9 cachorros. Me mando las fotos y me enamore. Era el mas pequeñito de la camada y me lo regaló.
Todo empezó a cambiar con él. Ya no se podía parar. Los 15 días que mi hijo está en casa, eran compañeros inseparables, y cuando estaba con su padre, Harley, conseguía calmar mi pena.
Harley hizo que comenzara de nuevo a interesarme por cosas.
Entre en este foro y ví que había muchas personas preocupadas por los animales y que transmitían sus ganas de vivir y de ayudar a través de sus comentarios.
Que había mucho trabajo que hacer, y que yo podía ayudar, aunque fuera un poco.
Descubrí la protectora Ciudad Animal, que aunque un poco lejos de mi ciudad (Yo vivo en Madrid y esta protectora está en Ciudad Real), necesitaban mi ayuda.
Me hice socia y me apunte como voluntaria.
Era duro ir los sábados y ver que tantos perros necesitaban nuestra ayuda, pero era satisfactorio saber que hacia lo que podía y que ellos lo agradecían.
Y allí conocí a Nino. A las dos semanas de conocerlo se vino a casa.
Ahora siempre vamos juntos. Mis perros y mi niño.
Nuestro ocio ha cambiado. Nuestra vida ha cambiado. Nuestro futuro ha cambiado.
Quiero daros las gracias por alegrarme la vida. Por arrancarme una sonrisa todos los días. Por hacer que me indigne con la especie humana y un minuto después me reconcilie con ella. Gracias por estar en mi vida. No sabéis lo importante que habéis sido para mi.
Un beso a todos.
