Al final se coló en su habitación, saltó a la cama y sin más cogió la almohada para colocarla de canto entre sus cuatro patas para empezar un rosario de movimientos con tal técnica que según mi esposa, haría sonrojarme tanto por la velocidad como por la preparación física y la habilidad para el atrapamiento



¡me muero diossssss!
Lo peor no es eso, lo peor es que dice que cuando intentaron quitarle la almohada, la bicharraca enseñó unos dientes que sólo habían visto en las películas del hombre-lobo y tiburón, acompañado con unos gruñidos a lo niña del exhorcista que le hicieron acojonarse vivas cuando se acercaban!!
Vamos, que al final tuvieron que salir por patas de la habitación porque ya no sabían lo que hacer. Sólo les faltó llamar a un taxi e irse a la casa de mis suegros.
Cuando he llegado estaba semi-durmiendo plácidamente en su sitio, mirando de reojo y sin moverse. No ha dicho ni pío cuando me ha visto; mi familia ya se había ido a la cama, y ante mi extrañez por tal situación, me lo han contado todo.
Ya no sé ni cómo formular mi pregunta en el foro porque no sé ni qué preguntar porque al igual pregunto una gilipoyez. Me arriesgo... ¿qué hay que hacer ante semejante comportamiento?
Siempre trato de ver la parte positiva con un toque de humor para no caer en las profundidades del abismo de la desesperación, así que lo único que se me ocurrió decirle a mi familia es que para Reyes hay que regalarle un perro hinchable, pero a ser posible de acero inoxidable para que no lo destroze a la segunda embestida.
Me temo que esta noche dormiré en el balcón con el animal. Creo que he apagado el fuego con gasolina


Necesito consuelo

¿Cómo se adiestra esto?