Yo llevo ya dos mías, ayudar a Chus en la suya cuando se vino para acá y la de mi madre, y la peor la de mi madre con diferencia por falta de tiempo
La primera mía me traje de primeras ropa de invierno, lo personal y algún libro, ya cuando vi que esto iba en serio me fue mandando mi hermana parte de mi ropa de verano y otra parte me la traje yo. La mayoría del resto de mis cosas hasta que no me compré el piso ni las cogí, y aproveché la mudanza para tirar muchas cosas y otras regalarlas.
Eso sí, la mudanza la organicé con tiempo, todo en cajitas fáciles de mover y la ropa si mal no recuerdo fue en sus propias perchas de casa a casa, tirada en los asientos del coche (la de invierno, la de verano sí fue dentro de cajas).
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).