Shirca era la perra de mi abuela desde hacia 8 años. La cogieron por un primo mio que queria un perro y habia una familia que no la podia tener y se la quedaron con 6 meses. Lo que pasa, mi primo pasaba de la perra y mi abuela pobre no se podia mover del sillon así que yo era la que la llebaba al veterinario, la paseaba y le daba todos los cuidados que podia que eran bastante pocos. Mi abuela siempre me decía que si ella faltaba que por favor me hiciera cargo de la perra porque sino se moriria de pena.
Hace 5 años murió mi abuela y bueno... como todavia vivia mi abuelo pues la perra más o menos estaba bien cuidada pero al morir él, hace 2 años, pues a la perra no la ponian ni de comer, la tenian encerrada en el terrado y yo no podia soportar eso.
Aunque mi piso no es muy grande, decidí llevarmela conmigo.
Fuí a buscarla con una excusa, nadie se extraño porque como yo me encargaba de ella...
La lleve a lavar y para casa.
Yo ya quería mucho a mi Shirca pero desde que vino a casa.... fue fantastico.
Tenia a Jack desde más o menos el mismo tiempo que Shirca apareció en mi vida pero como ya se conocian pues genial, estaban la mar de bien juntos.
Al año y medio de tenerla me di cuenta que la perra no se encontraba bien y la lleve al veterinario.
Después de muchas pruebas me dieron la fatal noticia, Shirca tenia cáncer linfatico, algo incurable. Se me derrumbo el mundo.
Le pincharon quimio y tenia que ir una vez por semana a que se la pincharan.
Parecía que no tuviera nada, estaba super vital, alegre jugetona... parecia que la quimio le estaba yendo bien, y aunque yo sabia que no se podia curar, haria todo lo que fuera necesario para que tuviera una calidad de vida hasta su último suspiro.
Tanto yo como David, mi marido, nos desvivimos por ella, nos daba igual el dinero (mejor no contar lo que nos gastamos) pero solo queriamos verla bien y así era. Sabiamos que a la que la vieramos sufrir tomariamos la decisión pero no antes.
Y asi pasaron 8 meses, 8 meses en que nos siguió dando alegrias, horas de juego y mucha energia.
El fatidico día llegó y a mi pobre peque le dió como un ataque y no paraba de llorar, no la podiamos ni coger porque le dolia todo, estaba super rigida. Nos miramos a la los ojos, la miramos a ella y decidimos que ni ella ni nosotros nos mereciamos sufrir.
Cogimos el coche para ir al veterinario, no habiamos corrido nunca tanto.
Llegamos le pusieron un calmante para que no le doliera nada y le dijmos que habiamos tomado la decision, nos despedimos de ella y nos la durmieron.
Fue un momento muy duro, tremendo, una cosa que recuerdo cada día, porque ella cada dia esta conmigo, lo sé.
Me ha dado muchos momentos felices, era mi sombra, no se separaba de mi, me protegia, era mi compañera, mi amiga,...
Es un dolor que creo que nunca se supera, pero yo prefiero poder hablar de ella con una sonrisa en la boca, diciendo todo lo que fue para mi.
Los llantos de pena sólo le deben producir pena y tristeza a ella que me ve y no se lo merece.
SHIRCA TE QUEREMOS EN LA DISTANCIA, NUCNA TE OLVIDAREMOS.
ESTHER, DAVID, JACK Y AHORA TAMBIEN ZEUS.
Os dejo unas fotos para que veais que preciosidad de animal.
