RomaSVQ escribió:
Iré moviendola poco a poco (como iba haciendo pero no sabia si era lo correcto) que se pegue viajes en coche y por la calle y conozca gente, todo gradual, tal y como me habéis dicho. Muchas gracias otra vez a todos!!
Si, hay que ir haciendo pequeñas aproximaciones. Por ejemplo, con el tema del coche, un día puedes probar a meterlo, arrancar el coche, y sin mover el coche, le das un premio. Luego apagas el coche y lo bajas. Así dos o tres días, luego ya andas un poco con el coche (no se, 10 minutos) y repites.
Con los perros pues un poco igual, si hay más cachorros y son mayores que el tuyo, hay que vigilar un poco esos encuentros, no sea que la efusión del mayor juegue malas pasadas con el más pequeño, por lo demás, dejarlos que ellos se desenvuelvan de forma natural. Intenta no aproximarlo de forma brusca a otros perros, dale un poco de distancia y que sea el perro el que se vaya aproximando a los otros, o bien los otros se aproximen a él, pero nunca directamente.
Siguiendo con problemas comunes a razas de trabajo sensibles (característicamente los border collie, shetland, malinois y pastores australianos) hay un tema que empezó a intrigarme hace ya algunos años, se veían muchos perros de estas características en manos de competidores o profesionales que mostraban miedos e inseguridades que siempre eran achacadas a una mala socialización.
Cuando el propietario afirmaba haber socializado correctamente al perro y este seguía mostrando estos “fantasmas” se atribuía a:
El dueño miente y no lo ha sacado a tantos sitios como dice.
El propietario es un tío bruto y como estos perros son así le ha roto el carácter.
Con estos perros ya se sabe, siempre sale alguno con fantasmas por bien que lo hagas.
Estos tres argumentos son reales y en muchos casos el mal carácter final se debía al menos a uno de ellos.
Pero en un momento determinado, cuando me impliqué más seriamente con los malinois, decidí fijarme más.
Lo cierto es que había mucha gente que hacía lo que entendemos por un trabajo modélico de socialización: desde que el cachorro llegaba a casa con una edad correcta y criado por un criador responsable y amante de la raza se le empezaba a llevar a mil sitios y situaciones nuevas. Se reservaban tardes para ir al aeropuerto, a las fiestas del barrio, al centro comercial…
Todos los días se trabajaba para evitar que nuestro cachorro llegara a ser uno de los ejemplares que se afectaban exageradamente, además en muchos casos estos propietarios preocupados eran profesionales o competidores del adiestramiento, con un nivel de conocimiento, experiencia e implicación superior a la media.
Al hacer un pequeño censo (sin rigor de estudio) entre conocidos encontré un dato preocupante: el porcentaje de perros con miedos era igual entre aquellos cuya socialización era modélica y entre los que estaban a la buena de Dios, criándose en perreras u otros tipos de aislamiento. Recordemos que siempre me estoy refiriendo a individuos de las razas antes citadas.
Esto nos podría llevar a pensar que este problema era totalmente innato y resultaba indiferente lo que hiciésemos durante el tan temido periodo crítico.
Pero había dos datos que nos decían que esto no era así:
El primero, el más general, eran los estudios en un abanico más amplio de razas que mostraban que los individuos aislados tenían más problemas que los que entendemos por bien socializados.
El otro era más especifico, si tomábamos un tercer grupo de individuos de estas razas, los que se habían criado con un nivel intermedio de socialización, encontrábamos que eran estos los que mostraban un número sustancialmente menor de problemas.
Este grupo corresponde a particulares que llevaban el perro a los mismos sitios de paseo una y otra vez y a profesionales menos entusiastas que cuando podían llevaban al perro a algún sitio nuevo, pero sin hacer de ello una obligación diaria. Ellos eran los que tenían más calidad de carácter en sus perros.
Obviamente se deduce que hay un rango óptimo de salidas a sitios nuevos, pero a mi me interesaba saber el por qué más que encontrar dicho rango a través de un análisis estadístico.
Encontré la solución en los estudios sobre estrés, el estrés genera una activación extra del organismo. Aunque se supere y gestione ese estrés correctamente será necesario un tiempo mínimo para que el perro se recupere y no acumule estrés residual, esto sucede también con los procesos de eustrés (estrés positivo, como el que teníamos a los quince antes de una cita).
Al hacer tantas salidas a ambientes nuevos los perros más sensibles se sometían a una activación continua del estrés y cuando llegaba la siguiente salida aún no se habían podido recuperar, hasta llegar al punto donde la acumulación de estrés residual hacía el mismo efecto nocivo que la falta de socialización, y quien piense que no hay que recuperarse del estrés positivo que después de una vacaciones activas y estimulantes no vuelva a decir que necesita un par de días de recuperación antes de volver al trabajo.
Por lo anterior debemos tomar preocupación especial en que el cachorro se recupere y elimine el estrés residual correctamente: jugando con perros o personas conocidas en un ambiente seguro, recordemos que personas y lugares habituales (¡y seguros!) son un inductor de calma en mamíferos sociales. Además en la socialización es más importante la interacción continuada con individuos conocidos (miembros del grupo social) que la introducción en ambientes nuevos, y nosotros trabajamos como si el elemento principal socializador fuera conocer cosas nuevas. Error.
También el tiempo de descanso es importante. Los masajes ayudan si el perro los acepta (en Dinamarca y Noruega empiezan a ser habituales los masajistas de perros a domicilio, y los agilitistas son uno de sus principales clientes).
Con respecto a la frecuencia óptima, aunque los datos que tomamos fueron recogidos de manera guarripey y no deben ser tomados de otra manera, encontramos que dos, máximo tres salidas semanales a lo nuevo son suficientes y que a partir de ahí empieza el riesgo de exceso.
¡Pero de jugar con los amiguetes no hay más límite que el del cansancio! Así que: Más parque y menos fiestas del barrio (aunque no haya churros).
También es muy importante el tiempo y distribución de actividades en esas salidas, pero eso lo voy a desarrollar en otro artículo para no soltar un ladrillako ultramortal.
Nate Grey escribió:Aunque miedo me da un artículo como ese en un foro como este
???
Teniendo en cuenta que he puesto un texto de uno de los profesionales que mas polisílabos utiliza en sus escritos y que uno de los axiomas del foro es "esto es un foro de amantes de los perros, no de profesionales"...
Si os paráis a analizar el texto, como casi todos (o todos) los que escribe Carlos A., se entiende a la perfección incluso por gente que no tiene ni pajolera idea de que los perros salen a la calle. Sabe hacerse entender, y sabe explicar.
Utilizará "palabrostios", pero te lo deja bien clarito y no da lugar a error, no como algunos que aquí postean que se escriben para leerse a sí mismos y es cuando ocurren problemas de comprensión por parte de terceros.
Ojo, que no digo que estos últimos no sepan escribir o hacerse entender, digo que por norma general, no lo hacen (en este foro).
También es verdad que una cosa es citar un texto profesional que en un principio no estaba enfocado para un foro como este, pero que puede ayudar, y otra muy distinta es que se hable de ese modo como norma.
Igual en esa diferencia radica mi diferente opinión.
Eso o que yo a él le leo (jate tú qué cosas) más humilde y sencillo explicando que muchas de las aportaciones que he leído por aquí.
Ojo que es mi forma de verlo. Luego ya cómo lo vea cada persona que lee en este foro...
Hay que tener en cuenta que este artículo se refiere sobretodo a perros de trabajo. Que muchos tienen dueños tan competitivos que a base de querer al perro perfecto se lo acaban cargando. Yo creo que a cuanto más puedas acostumbrarlo, de forma normal, con los elementos normales de una ciudad o donde vivas, mejor. Otra cosa es lo que dice Carlos Alfonso, gente que para acostumbrar al bicho se lo llevan a aeropuertos, o a las fallas... así no.
Quatre més dos, terapia asistida con perros y adiestramiento canino: www.quatremesdos.es
También es verdad que una cosa es citar un texto profesional que en un principio no estaba enfocado para un foro como este, pero que puede ayudar, y otra muy distinta es que se hable de ese modo como norma.
Igual en esa diferencia radica mi diferente opinión.
Pues puede ser, pero no creo que Carlos Alfonso escriba solo para cierto sector desde su blog, todo lo contrario, creo que su blog es para todo el mundo.