Si no demuestra que son tus perros no podrá hacer nada seguro. De todas formas lo que si puedes hacer es evitar que meen en el portal, en mi pueblo lo hace muchiiiiiisima gente y lo cierto es que funciona! El truco está en poner una notella de plástico (de agua, kas...) llena de agua en el portal, a un lado en la puerta, por fuera claro... Nunca he sabido porqué pero los perros no suelen orinar al ver la botella ahí. Por intentarlo no pierdes nada más que un poco de agua jeje. Prueba y ya me contarás! un saludo!
no, yo paso, si queire que lo ponga el presidente, mis perros no se mean, y con eso me conformo.
Pidele a un perro que corra y será el mejor, pidele que busque y estará buscando todo el dia, pidele que caze y cazará siempre, pidele que sea un humano y no sabrá qué hacer.
Ras, eso lo he oído por primera vez hace unos días, la explicación que me dieron es que al verse semireflejados deciden no mearse, no se que tendrá de verídico, la verdad.
La verdad es que no sé si es por verse reflejados o porqué pero lo cierto es que por aqui lo hace muchisima gente y en la mayoría de los casos funciona... por intentarlo no se pierde nada...
Ras escribió:Si no demuestra que son tus perros no podrá hacer nada seguro. De todas formas lo que si puedes hacer es evitar que meen en el portal, en mi pueblo lo hace muchiiiiiisima gente y lo cierto es que funciona! El truco está en poner una notella de plástico (de agua, kas...) llena de agua en el portal, a un lado en la puerta, por fuera claro... Nunca he sabido porqué pero los perros no suelen orinar al ver la botella ahí. Por intentarlo no pierdes nada más que un poco de agua jeje. Prueba y ya me contarás! un saludo!
Mi perro se mea en la botella, directamente, y no es el único al que he visto hacerlo, estar las botellitas puestas (muy típico en Levante) y levantar la pata y mear, así que eficaz eficaz... Y hasta ví una perra que volteaba la botella, le quitaba el tapón y jugaba con él.
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).