Pues lo mismo, normalmente nosotros nos comemos mucho la cabeza con estas cosas, y luego es lo más sencillo.
Quizá se asuste por eso, prueba con una correa normal, a ver si así se anima más.
Yo al mío al principio le abría la puerta y cuando veía que quería salir, y avanzaba, le paraba, le acariciaba, dejaba de oliera el collar y se lo ponía tranquilamente. Ahora es ver el collar y ponerse a saltar como loco de alegría.
Ya nos contarás que tal vas.