Estoy muy acorde con lo este comentario
anayxira escribió:El tema no era sobre un nino o un perro...la cuestión era entre TU perro y TU hijo...no se hablaba d desconocidos...y ahí sí m parece muy fuerte anteponer a tu perro o hablar dé "deshacerte" de tu hijo. Vamos,sin lugar a dudas,para mi,si hay q buscar una familia, otro hogar (tras intentar todo) desde luego q sería para mi perro no para mi hijo.
Pero PITA, este comentario tuyo...
PITA escribió:pues yo si ,para mi ,mis perros mis hijos ,y aunque os suene fuerte si mis perros tuviesen una alergia a mis niños que se pueden morir ,daria a mis niños a mis padres ,igual que si fuese al reves
Siento decirte pero
NO TIENES NI P+TA IDEA de lo que dices...
Lo digo porque
recientemente he sido padre y no veais lo que eso cambia...
Primero de todo,
un niño SIEMPRE debe estar en un escalón inmediatamente superior al del perro. Pero esta situación implica que
el niño debe aprender a respetar al perro SIEMPRE. Un perro NUNCA puede estar en el mismo escalón que un niño NI tampoco pueden ser considerados iguales en derecho.
El que hace una afirmación indicando que son iguales, no sabe lo que dice. (Bueno, lo sabrá cuando sea padre/madre
)
Partiendo de esta premisa, si uno viera hay "ligeros indicios de posibles conflictos" lo primero que se debería intentar es solucionarlos de forma "amistosa", es decir, haciendo ver al perro que el niño en cuestión es un miembro más de la manada y que está en un escalón superior. Si además uno cree que es necesario, no se debe dudar en pedir ayuda a un buen profesional para que las relaciones perro-niño sean todo lo óptima posible.
Si aún así no conseguimos solucionar el problema, o vemos que es un problema "de los gordos", a mi modo de ver quedan sólo dos posibilidades:
- A. Uno puede "acotar" zonas donde ninguno de los dos implicados se encuentren de forma voluntaria. Ideal para casas con parcelas...
B. Encontrar un nuevo hogar para tu perro. Como mucha gente vive en pisos, infelizmente es la única solución válida
Lo que sí me repatea es la peña que sólo por el simple hecho de tener un niño, desplaza al perro o lo abandona sin más, sin haber intentado hacer nada por cambiar las cosas