Soy Boxer (el terremoto blanco), y quiero enseñaros lo bien que me tratan estos dos pobres sufridores.
Chico me deja sus juguetes...

Juega conmigo...


Nuuunca se enfada, aunque me dedique a molestarle...

¡Me enseña a ser un perro asesino!

Y me deja treparle por encima (aunque Sira nos vigila: sabe que soy muy peligroso, y que lo puedo matar)

Y Sira es muuuuuuy buena. Nunca me regaña, aunque le muerda las orejas o las patas o trate de arrancarle su chapita de identificación nueva...

Además, me deja contarle secretos al oído (porque es una madre...)

Qué queréis que os diga... ¡¡soy un perro feliz!!