Yo nunca he pretendido meterme dentro de un bar o de un restaurante con mi perro, pero el verano es una época estupenda, llegan la terracitas y tenemos la posibilidad de salir a comer o a tomar algo a esos bares que durante el invierno nos vetan a no ser que dejemos a nuestras mascotas en casa, pero cual está siendo mi sorpresa que este verano me estoy encontrado con numerosos bares en los que no admiten perros ni siquiera en las terrazas

Es muy triste, cuando parece que avanzamos un pasito al momento retrocedemos otros tres.
El verano pasado me pasó algo que me dejo frita y eso que Burton aun era un perrillo chiquitín y adorable(y aun sigue siéndolo

), estaba sentada en una terraza esperando para comer cuando el camarero me pidió que me fuese a otra mesa, resulta que a la señora de al lado le desagradaba bastante mi perro y le dijo que me iba yo o que se iba ella, mi perro nunca se le acerco, estaba sentado debajo de nuestra mesa, se ve que a la señora le molestaba hasta el verlo, lo que más rabia me dio es que no fuera capaz de decírmelo directamente, si me dice educadamente que el perro le da miedo yo me hubiera ido sin ningún problema.