RELATOS CONCURSO, VOTACIONES SE TERMINA EL PLAZO

[nuriaBogartDana]

RELATOS DEL CONCURSO:
Os recuerdo las categorías: premio al relato más divertido, al relato más tierno (bonito o como se quiera llamar...), al mejor redactado y al más original. Votad al que más os guste en cada categoría, las conservo todas porque son las que se dijo en principo. Os doy de plazo hasta el lunes a las doce de la noche para votar, creo que son bastantes días para leerlos con calma no? Pues allá van, preciosos todos.

1) Aurora boreal
Los dioses del norte estaban muy enfadados con el pueblo de la nieve.
En el principio, todos los innuit formaban un solo pueblo, una sola familia. Cuando salían a cazar y tenían suerte, la caza se repartía entre todos. Nadie pasaba hambre.
El pueblo de la nieve honraba a los dioses y sus enseñanzas: era indispensable para sobrevivir en un entorno tan cruel. Con la unión de todos, la vida era dura, pero posible; sin unión, no había ninguna posibilidad.
Durante muchas generaciones, el pueblo de la nieve vivió en armonía. Pero llegó un día en que a alguien se le ocurrió guardarse su caza para sí mismo y su familia. Y otros le imitaron. Y llegó el caos.
Entonces, los dioses se enfadaron y comenzaron a castigar a los hombres. La caza escaseó, llegó el hambre y la enfermedad. Muchos murieron. Pero los que tenían comida seguían sin compartirla con los demás.
Viendo los dioses que de nada servían sus castigos, montaron en cólera....y comenzaron los fuegos del cielo.
Los hombres asistían atemorizados a las cortinas de luces que teñían el cielo de mil furiosos colores, gemían y vibraban en las noches interminables. Una noche, bajo la más feroz de estas auroras, los jefes de las tribus se reunieron para tratar de calmar a los dioses. Acordaron mandar a un cazador de gran valor para que hablase con ellos y les preguntase el porqué de su furia. El elegido viajó innumerables lunas, hasta llegar al hogar de los dioses. Cuando estuvo ante ellos, estremecido de miedo, se atrevió a preguntar la causa de su ira.
_ Habéis roto vuestro pacto con nosotros- contestaron los dioses- ahora no respetáis a los hermanos, despreciáis a los otros, no conocéis la lealtad ni el amor, habéis perdido el respeto de los unos por los otros. Por eso, bramamos y lloramos con lágrimas de fuego y luz.
_ ¿Cómo puedo devolveros la confianza en el pueblo de la nieve?- preguntó el cazador, arrepentido del mal comportamiento de su gente-
_ Reconociendo vuestros errores, volviendo a la vida antigua tal como pactamos en el principio de los tiempos.
_ Pero...ya todos han olvidado lo que deben hacer...¿Cuál es el pacto? ¿Quién nos enseñará? -preguntó el cazador lleno de desesperanza-
Entonces, los dioses decidieron mandar un maestro al pueblo de la nieve. Soplaron un viento recio que hizo girar el fuego del cielo.
Giró y se agitó. Y de sus entrañas brotó una criatura que solo sabía de lealtad, de amor y de respeto. Un ser que no podía albergar en su corazón codicia ni desprecio.
_ Llévalo contigo. Dijeron los dioses, y que su estirpe sagrada os acompañe siempre. Ahora, el pacto es entre él y vosotros: no lo rompáis más.
Cuando el cazador volvió a la tierra de los hombres, llevaba con él un enorme perro nórdico, de increíble sonrisa.. Y su estirpe se unió al pueblo de la nieve, y les enseñó de nuevo, y fue para siempre el pacto entre el cielo y la tierra..

2) Un sueño hecho realidad.

Era 13 de Setiembre del año 2007. Mi novio y yo nos íbamos a ir a Zaragoza a vivir. Él y yo siempre tuvimos la ilusión de adoptar un perrito de tamaño grande cuando viviéramos juntos.
Ese mismo día, por simple curiosidad, empecemos a buscar por Internet los típicos anuncios de “Se regala perro por tal excusa” él estaba más concentrado en encontrar algo que yo. Me iba enseñando fotos de perros a los que iban a regalar, pero como aun no teníamos asegurado al 100% coger un perrito, yo no le hacía mucho caso. Una de esas veces, al enseñarme las fotos me enamoré, no podía quitar la mirada de esa pantalla en la que se reflejaba en mis ojos aquella foto. Seguidamente, mi novio vio un número de teléfono, llamó con una sonrisa en la boca mientras yo asustada y nerviosa le hacía gestos con los brazos indicándole que colgará. A los minutos de él estar hablando con la persona del anuncio, leí en sus labios como decía: Vale, ahora mismo vamos para allí. Yo, aun más nerviosa que hacía 5 minutos, le dije un rotundo NO, no estamos preparados, no tenemos donde meterlo y en casa de mis padres no estoy dispuesta a meterlo.
Él me dijo con toda seguridad que no íbamos a cogerlo, simplemente íbamos a verlo, nada más. Ingenua de mí, lo creí. Aquel día cometí el mejor y precioso error de mi vida.
Llamemos a un par de amigos para que nos acompañaran, cogimos el coche y a medida que nos íbamos acercando al lugar que la señora del anuncio nos indicó, sentía como si millones de mariposas rosas volarán dentro de mi cuerpo, era una sensación rara a la vez que placentera. Algo dentro de mí me decía que no podría separarme de aquél peluche que vi en la foto.
Y así fue. Mi novio entró a la casa. Cuando salió, lo hizo con un peluche entre sus brazos. Era el muñeco más bonito y suave que había visto y tocado jamás. Lo toque con una sonrisa en mis labios y un ansia en el cuerpo la cual aún me sigue saliendo al verlo día tras día.
Cógelo, decía la mujer, llévatelo, mira como ya te quiere, me repetía cada vez que mis ojos impactaban en su cuerpo negro llenito de un pelo parecido al de un peluche. Por fin me atreví a cogerlo, tener aquél peluche entre mis manos…ver como con esos ojillos hacías el amago de mirar a los míos…Era una experiencia impresionante. Decidí quererte, amarte y mimarte para siempre. Hasta hoy. Ya tienes 4 años y sin duda, los 4 años más bonitos de mi vida.

3-Saludos!
Día 7 sin hogar.
Hoy me he vuelto a despertar. Sin ti.
He salido a cazar, a ver si me podía llevar algo de comida a la boca.
No lo he conseguido. Siempre he sido un perro de casa, por eso se me hace tan difícil, como mucho podré comer tres o cuatro moscas al día. Pero eso no es suficiente para alguien de mi tamaño.
No entiendo por qué me dejaste abandonado, cuando yo te di todo el cariño, que tenía dentro de mí. Sé que no soy de raza, que a veces me hacía pis en la alfombra, que he mordido tus muebles y he destrozado en mil pedazos los rollos de papel higiénico.
Yo quería ser tu compañero fiel, siempre iba a estar a tu lado, en las duras y en las maduras.
Crecí demasiado. No era mi culpa, ya sabías de sobra que mi mami era un labrador, y mi papá un mastín. Cuando era un cachorro, no te importaba, porque “era bonito” decías, “parece un labrador”.
Día 8.
Corro y corro. Pero al fin me cazan. ¿Dónde me llevan?
¡No quiero separarme de ti! Por favor déjenme si me llevan lejos de aquí perderé el rastro y no podré ver a mi familia!
Día 9.
Estoy en una protectora. Dentro de una jaula. Esto no es para mí. Quiero morir, no soporto estar entre barrotes.
Los perros de aquí me dicen que voy a estar bien. Que los voluntarios me van a cuidar. ¡No me creo nada! ¿Por qué nos encierran?
Día 15.
Esto no está tan mal. Me dan de comer, me ponen agua fresquita, por la tarde vienen chicas y nos pasean. He hecho muchos amigos. Aun que nos miman mucho, esto no es igual que tener un hogar.
Día 18.
Una familia con niños se ha interesado por mí. Cruzaremos las patitas para que todo salga bien. Cuando vengan a verme, pondré mi mejor carita, me tumbaré boca arriba y les haré la fiesta. ¡Seguro que consigo que me lleven a su casa!
Día 23.
Tengo un hogar, una familia que me quiere, comida, visitas al veterinario, que aunque me pincha, se que lo hacen por mi bien.
Ahora soy completamente feliz.
Yo he tenido mucha suerte, después de la crudeza del abandono, me han vuelto a dar un hogar.
Por favor, si tienes mascotas no las abandones, puede que no cuenten con la misma “suerte” que yo.
Recuerda que no somos objetos.
Di NO al abandono.

4
Hace unos domingo, (como cada fin de semana) salí con mi hijo de caza, esta vez veríamos quien tenía más suerte y mataba el primer jabalí, después de 4 horas de caminar en el monte oímos tras los matorrales una especie de gruñido, y sin pensarlo (ni mirar) pegué el primer tiro, (Bang)
--“PAPÁ!!!!!! ¿QUE HAS HECHO? Me gritaba mientras corría hacia los matorrales, ¿no has visto que es un cachorro de Golden?”
Las lágrimas corrían por sus mejillas al ver al pobre perrito moribundo entre sus brazos, y al cual le colgaba una de sus patas toda ensangrentada
--“Hijo lo siento, pensé que era un jabato, y……
--“¿y ahora qué? Me decía sin saber cómo reaccionar
--“pues ahora lo tendremos que llevar a un veterinario y ya veremos qué podemos hacer
Volvimos al pueblo lo más rápido que pudimos y lo llevamos al vete. Tras una larga
Operación y extraerle 4 perdigones nos pudimos llevar al cachorro a casa.
Mi esposa no paraba de reprocharme como pude ser tan imprudente, pero desde aquel domingo todo cambió, al pequeño le llamamos Brandy, por su color rojizo.
Ahora cada domingo, salgo con mi hijo y el pequeño Brandy, al cual le falta la pata derecha, pero el verlo correr (con dificultad pero feliz) entre los matorrales me llena de satisfacción, pues pudimos averiguar que era un perro abandonado a su suerte y, que si no hubiese sido por aquel tiro, el animal hubiese muerto en boca de cualquier jabalí.
Hace unos domingos, (como cada fin de semana) salí con mi hijo; y mi vida cambió, un cachorro de Golden se cruzó en mi camino, y a pesar de dejarle cojo, cada mañana me despierta con sus lametones diciéndome.
--“Te quiero y nunca olvidaré lo que hiciste por mí”

5.- RON
Ron levantó la cabeza; El coche no estaba, su corazón se aceleró, miró a uno y otro lado buscando el pelo rojo de Marta, los pantalones blancos de Pablo o la camiseta de colorines de Ana..... Al tiempo olisqueaba el aire intentando localizar su olor, se acercó con paso rápido, olisqueando la zona donde el coche había estado parado, buscando una pista, el olor a gasolina le impedía localizar con exactitud, el rastro.
Se paró un momento y jadeó, su mirada recorría nerviosamente todo el terreno y volvía la cabeza a cada ruido, grito, voz, sonido. Comenzó a caminar con rapidez y de manera errática por el terreno que ocupaba la gasolinera, el restaurante, la cafetería y los aparcamientos. Su nerviosismo había alcanzado tal grado que no conseguía procesar los olores que llegaban a su nariz y por lo tanto no podría distinguir el olor de los suyos.
Se acercó a la carretera, un camión dejó oír su bocina dándole un susto mortal, pero gracias a eso no le atropelló.
Se quedó paralizado, sin saber que hacer ¿Cómo era posible que se hubiesen marchado sin él?
Seguramente cuando se diesen cuenta regresarían, cómo aquella vez que se despistó en el parque.... Ana no paraba de llorar y abrazarle cuando se encontraron de nuevo.
Estaba muy asustado, recordaba las historias de sus amigos del parque....
Rubí la mestiza de pastor, estuvo vagando durante meses por el campo donde perdió a sus humanos, hasta que Rosa la encontró en una excursión. Zulo el bóxer; viajaba mucho con su dueño y un día en una gasolinera lo perdió. Zulo, contaba que había recorrido más de cien kilómetros, y encontró una casa vacía, se sintió tan mal, que se tumbó bajo el árbol donde solía echar las siestas y allí estuvo dos semanas, hasta que un día Jorge que todos los día, le daba comida y agua, llegó con un collar se lo puso y con suavidad pero firmemente, tiró de la correa, Zulo le siguió... primero al veterinario, después le llevó a su casa, allí encontró amor y recuperó las ganas de vivir.
Cuando les oía contar esas, se sentía muy afortunado. ¿Pero y si era eso? ¿Y si le habían abandonado allí?
Su nerviosismo y su miedo estaban llegando al límite.
¡Ron! ¿Qué haces ahí?
Una mano le sujetó del collar haciéndole dar un bote...
La voz de Marta sonaba a música en sus oídos, Ron salto de alegría, lamiendo los ojos, la cara, las orejas de marta...
¿Pero qué te pasa? Estábamos allí hinchando las ruedas del coche, anda vamos.
Ron caminó hasta el coche, meneando la cola y saltando alrededor de Marta, saltó dentro del coche con un ladrido feliz y lamió las caras de los niños arrancándoles gritos de alegría y asombro ante tal despliegue de amor y felicidad por su parte.

6.- SÓLO ES UN PERRO
Sólo es un perro. Tampoco exageremos, eh...... ¿Qué haces? No irás a llorar por un chucho, ¿no? Venga, da gracias que no nos ha pasado nada a nosotros, ¡podíamos habernos matado! Anda, vámonos a casa, hijo, que tu madre se va a preocupar. ¿Dónde vas? ¿Qué estás haciendo, Álvaro? No te acerques a él, ¡súbete al coche! Déjalo, Álvaro, está muerto. ¿Quieres verlo muerto? Luego me dirás que tienes pesadillas, ¡déjalo de una vez, coño! ¡No lo toques, te vas a manchar de sangre! Por Dios, no lo toques, Álvaro, ¡¡sube al coche y vámonos!! Joder, hijo, hay que ver lo cabezota que eres, te pareces a tu abuelo, ¿es que siempre tiene que ser lo que tú digas?
Habían pasado 2 años desde ese accidente.
No quedaron huellas en el coche, el seguro se hizo cargo de arreglarlo y quedó como nuevo.
Sí quedaron huellas en la mente de Álvaro, que nunca olvidaría la mirada de ese perro negro que se le clavó en el alma.
Muchas veces le habían dicho que era tan cabezota como su abuelo.
”Gracias, abuelo”, pensó mientras acariciaba el lomo de Road, el perro negro que su padre había atropellado aquella noche. Road le miró con sus dulces ojos y movió el rabo. Después siguió durmiendo en su colchón con Álvaro a su lado, el niño que le había salvado la vida.
Sólo es un perro. Y desde el día del accidente, era su perro.

7. CULPABLE, ¿DE QUÉ?

Hará unos dos años que tengo a mi perro conmigo, y me encantaba pasear con el por mi ciudad y sus parques, pero desde hace un tiempo, muchos días volvía a casa con una sensación que no sabía descifrar del todo. ¿Era pena? ¿Tristeza?.
El caso es que cada vez más, por los sitios en los que solía pasar, me encontraba
con personas con evidentes signos de pobreza, indigentes buscando comida en los contenedores y en cualquier sitio. Uno de esos días me encontré una pareja con un niño, al chavalín le gustó el perro y quiso acercarse a tocarlo, era un niño precioso, pero con una mirada muy triste, cuando volvió con sus padres, se quedaron mirándome a mí y al perro y fue en este momento cuando
me pareció leer en sus ojos: ¿Cómo es posible que este animal esté tan bien cuidado, bien alimentado y nosotros nos estemos muriendo de hambre?
Aunque no podía asegurar que pensaran exactamente lo que yo imaginaba, supongo que era mi conciencia lo que me producía una intranquilidad que no sabía definir. ¿Alguno de vosotros ha tenido alguna vez esta sensación?
Lo pasé mal bastante tiempo, no lograba quitármelo de la cabeza, pero al final la solución fue más fácil de lo que creía. Estudié a fondo mis sentimientos y me autoconvencí de algo que ahora tengo clarísimo y es que mi perro es uno más en mi familia y que no tengo el más mínimo remordimiento en cuidar de él al máximo, igual como lo haría con un hijo o un hermano.

8- Mi primer perro
Llegó de madrugada, sin saber por qué, alguien lo había cubierto con un saco y lo subió a un carro. Sintió el calor de la estufa y se atrincheró en el rincón, donde nadie podía alcanzarlo, cerca le pusieron un poco de agua y comida, por fin, logro dormirse.
Era un pekinés amistoso, sabía sentarse, dar la pata y bailar en círculos para recibir un premio; pero estaba en un lugar extraño, con personas que nunca había visto y se sentía completamente solo.
Amaneció y los ruidos en la casa lo despertaron, había mucho bullicio, alcanzaba a ver los pies de muchas personas que se reunían frente a la estufa, tres muchachitos se asomaban e intentaban alcanzarlo para que saliera; él sólo se hacía más pequeño, asustado. De repente, se escuchó una vocecita y todos dejaron de observarlo para atender a la pregunta:
-¿Qué hay ahí?
-Asómate y lo verás.
-Un perritoooooooooooooooo. ¿De quién es?
Sin pensarlo, la pequeña se echó panza abajo, metió la cabeza bajo el mueble y extendió las manos.
No se veía aterradora, así que sin pensarlo, el perro le lamió las manos y luego la cara, ella sólo reía. Cuando se enderezó y lo llamó, salió moviendo la colita. Desde ese momento sería su compañera de juegos.
En ese entonces, yo tenía cuatro años, y él fue mi primer perro, no el primero en casa, no el único en casa, el primero que de verdad fue mío.

9 Estoy cansado.
Hace ya un tiempo que apenas puedo salir al patio para hacer mis necesidades. Hay días que incluso, cuando me despierto por la mañana, estoy mojado y he mojado también la manta donde duermo, pero papi no me regaña como cuando era pequeño, al contrario, cuando lo ve, me aparta cariñosamente y me seca con dulzura. Yo no se por qué me pasa eso, parece que vuelva atrás, cuando llegué a casa de cachorro y no sabía que eso se hacía en la calle. ¡Suerte que papi me lo enseñó!
Hace unos días papi me subió en eso que llaman coche y donde tanto me gustaba sacar la cabeza por la ventana (ahora no tengo ni fuerzas para levantarla del asiento) y me llevó a ver a esa mujer tan simpática que a veces me clava algo y me hace abrir la boca pero siempre me da chuches cuando nos vamos y oí que le decía a papi que yo ya era mayor y que la cosa cada vez iría a peor (¿a qué cosa se referían?)
Casi no puedo abrir los ojos y me duele mucho la cabeza. Esta mañana mami me ha cogido en brazos y me ha puesto a su lado en el sofá, allí donde nunca han querido que subiera, y mientras me acariciaba, me iba diciendo cosas bonitas y me daba las gracias. ¿Por qué me dará las gracias ni no he hecho nada? Fueron ellos quienes me sacaron de aquel sitio tan frío cuando era pequeñito y me llevaron a ese otro tan calentito al que ellos llaman casa. Recuerdo lo contentos que se ponían cuando hacía algo que les gustaba y me decían: “Bien” y me daban una chuche.
Cómo me duele la cabeza. ¿Será este dolor a lo que ellos llaman cosa? Ya no puedo salir con papi a la calle a dar esos largos paseos que tanto nos gustaban a los dos. Cuando llegábamos al campo me sacaba la correa y me tiraba la pelota y yo iba corriendo y la cazaba al vuelo. Qué bueno era sentirme libre y notar el aire en mi hocico. Ahora ya hace tiempo que no salimos mucho, solo un poquitín, porque me canso en seguida, y lo hago solo porqué papi me dice que es bueno que me dé el sol. Pero hoy no puedo, solo tengo ganas de estar quieto y cerrar los ojos.
Papi y mami me han llevado a ver a esa chica de las chuches. Ha estado mucho rato tocándome y me ha puesto una cosa en el pecho que ha dicho que era para escuchar mi corazón.
Les ha dicho a papi y a mami que estoy sufriendo mucho (¿cómo lo sabrá ella?) y que ha llegado la hora.
Me ha dejado un rato solo con ellos y no han dejado de abrazarme y acariciarme y decirme cosas bonitas y darme las gracias otra vez. ¿Por qué les saldrá agua de los ojos?
Ha venido otra vez la chica y me ha dicho que esté tranquilo, que pronto ya no sentiré dolor. Eso me ha alegrado. La chica me ha pinchado algo en la pata. Esta vez me ha dolido un poco, pero espero que ya no me duela la cabeza y después me de la chuche.
Papi y mami están conmigo y todavía les sale agua de los ojos. No se porqué, pero ahora les miro y yo también pienso solo en darles las gracias.
Tengo sueño, mucho sueño . . . .

10.-
Pocas cosas hay más enternecedoras que esa pareja que a veces veo, ese hombre anciano siempre en compañía de su perro, también anciano.

Caminan despacio, unidos por una correa. Y digo unidos porque sería imposible decir cuál de los dos es el que guía y cuál es el guiado. Esa correa que puede ser real, o puede ser un mero nexo invisible entre ellos, un cordón umbilical que los une aun sin estar presente, pues sus pasos están tan acompasados que poco importa que haya o no una unión física entre los dos.

A veces no caminan. A veces simplemente están sentados, el hombre en un banco, el perro a sus pies. Miran lo que les rodea, o simplemente se miran uno al otro. Guardan silencio, pero es un silencio cálido, tranquilo. El silencio de quienes no necesitan palabras para comunicarse, para hacerse entender. Ese silencio que envuelve a quienes sólo necesitan una mirada o un breve gesto para comprenderse.

Son muchos años de convivencia. Muchos años de conocerse mutuamente, de crear vínculos, y rutinas, y hábitos. De cuidarse y hacerse compañía. De ahuyentar la soledad.

Me los imagino en su casa. Puedo verlos allí, como los veo en la calle, unidos por el mismo lazo invisible. Me imagino al hombre dormitando en el sofá con el perro sesteando a sus pies. Los imagino compartiendo comida, compartiendo noches de insomnio y de buen dormir, compartiendo despertares, compartiendo quehaceres. Y, cuando los imagino así, no puedo evitar pensar, ¿cuál de los dos será el primero en faltar? ¿Y qué será del otro? ¿Quién le cuidará?

11.- MEL

Mientras se seca las manos con el delantal, riñe a Isaac, que baja las escaleras corriendo y de dos en dos. Pero no puede evitar sonreírse viéndolo pedir perdón al mismo tiempo que baja de un salto lo que queda de escalera.
Ella sube. En su habitación, Julio juega (o eso parece) con un viejo altavoz. Le da vueltas a la ruedecita del volumen, primero en un sentido, luego en el otro. No le preocuparía si no fuera porque cuando subió a verle, quince minutos antes, estaba exactamente en la misma posición, con la misma cara de rabiosa concentración y dándole vueltas a la misma ruedecita.
Intenta llamar su atención llamándolo dulcemente. Agita un perro de peluche delante suyo, pero es en vano. Ni siquiera cuando se acerca y, después de acariciarle la mejilla, le da un beso, Julio retira su atención de la rueda del volumen.
Es en estos momentos en que Mel no está, que toda la frustración y la preocupación que antes no le dejaban respirar vuelven en su máxima expresión. Es en estos momentos cuando revive uno a uno aquellos momentos en que fueron descubriendo que su hijo no era un niño normal, hasta llegar al diagnóstico final, que no sabría decir si fue un alivio o el peor día de su vida.
Pero Mel volverá. Mel siempre vuelve. Y lo hará, espera, acompañado de buenas noticias. No podrían soportar su pérdida. No ahora. Ella, a quien nunca habían gustado los perros, le suplica a un dios en el que no cree, que no permita que ese animal se vaya de su lado.
El niño, que lleva casi media hora con la vista fijada en el altavoz, la levanta de inmediato al oír abrirse la puerta principal. Y no pasan ni quince segundos antes de que un enorme setter irlandés entre como un rayo en la habitación y se suba encima de la cama a lamerle la cara a un niño que suelta inmediatamente el altavoz para abrazarlo. Ella busca la mirada de su marido, que sube las escaleras, en una pregunta muda. Y encuentra como respuesta una sonrisa. La visita al veterinario ha ido mucho mejor de lo que cabía esperar. A Mel aún le queda mucha guerra por dar.
Cuando, más tarde, vuelve a subir a la habitación de Julio, los encuentra durmiendo. Mel levanta la mirada al oírla entrar, pero no hace ningún gesto de ir a recibirla. Simplemente apoya la cabeza en el pecho del niño, que lo rodea con el brazo, y la mira fijamente. Al principio, llegó a odiar con toda su alma a ese animal que había logrado de su hijo todo el afecto que ella nunca consiguió. Ahora, sin pronunciar una palabra, le da las gracias. Y él la entiende.
Suspira. Mel no estará siempre allí. Quién sabe si, cuando él falte, Julio conseguirá traspasar todo ese afecto, toda esa atención, a otro perro o, por qué no, a una persona. El futuro le da pánico, pero sabe con certeza que, aquí y ahora, su niño es feliz. Y, de momento, esto le basta para serlo ella también.

12.- Una historia fuera de lo normal

Hay cientos de historias de perros, ¿por qué la mía iba a ser mejor? Pues mejor no se pero loca mucho. Me llamo Lía y esta historia comienza así.
Como en una mañana cualquiera me despierto, voy en busca de mi desayuno y levanto a mi dueño para que me saque de paseo, que para no variar anoche llego muy cansado y no me pudo sacar, pero por lo menos por las mañanas me lleva al parque donde me tira la pelota hasta que termino rendidísima. De camino al parque siempre me cuenta lo que va a hacer en el día y se sorprende que le preste atención, se cree que soy boba o algo, y cuando estábamos en el parque algo extraño paso, Mario, mi dueño me miro atónito y se quedo blanco como si un fantasma hubiese visto, se dirigió a mi y me pregunto que si le entendía a lo que por supuesto le dije que si y sentí que se desmayaba pero lance un ladrido con el que volvió a la realidad se quedo mas de una hora mirándome sin reaccionar, ya empezaba a preocuparme, y me volvió a hacer las misma pregunta, a lo que le volví a responder si ¿y tu a mi? Esta vez no reacciono tan exageradamente y me dijo que si moviendo suavemente la cabeza arriba y abajo. Fuimos a casa y ese día no fue a trabajar. Yo estaba tan intrigada como él, no conocía a ningún perro que se comunicase telepáticamente con su dueño. Intentamos explicarnos como era eso posible pero ninguno tenia la respuesta. Nos pegamos toda la tarde hablando por encima de los 5 años que llevamos viviendo juntos llegamos. Lo único que sacamos en claro es que por lo pronto no debíamos decirle a nadie lo que nos pasaba porque a él lo tomarían por loco y en caso de demostrar que nos podemos comunicar a mi es a la que no nos iban a ir muy bien las cosas.
Fuimos una tarde de excursión al castillo que ahí por el monte de detrás de casa y había mucho ambiente. Pero derepente note un tirón ¡alguien me secuestraba! Intente ladrar pero los ladridos no me salían, vi que mi dueño sujetaba la correa de otro perro muy parecido a mi, entonces me percate de que no se dio cuenta del cambiazo, le pedí auxilio telepáticamente y ya se dio cuenta de lo que pasaba pero el señor que me llevaba corría mucho y al parece la telepatía es como los walkie talkie que entre más lejos estemos menos y peor llegan las señales. Me metieron en el castillo y había un descampado y entre los pasillos del castillo de metió por un agujero y me tiro en una jaula todo estaba muy oscuro no me entere de nada hasta que vi a mi dueño entrar con un perro callejero llamado Platero que también se podía comunicar con mi dueño. También lo intentaron secuestrar pero no lo lograron y se dedico a salvar a los perros que esta organización cogían y gracias a su colaboración con mi dueño y el con la policía me pudieron rescatar a mi y a los otros que estaban en muy mal estado.
Como Platero no tenía hogar se vino con nosotros y es muy buena compañía, que decir que esto es solo una parte del libro que voy a publicar.

[taliesim]

saludos!!!
edito para modificar lo de los votos.

(yo casi hubiese votado a todos del 1 al 12)

doy por sentado que no se puede votar al propio relato (no seáis tramposos)

demasiadas categorías para tan pocos relatos (me parece)

todos me gustan, pero hay que votar,

mas divertido:
12

mas tierno:
8

mejor redactado:
1

mas original:
11
suerte a todos.

[Rafalin]

demasiadas categorías para tan pocos relatos (me parece

yo pienso lo mismo

para 12 relatos con votar 5,4,3,2,1, sin mirar categorías hubiese valido (creo yo)

pero bueno, luego voto cuando los lea MUY detenidamente

buen trabajo Nuria, gracias

[Delta]

Es cierto que habeis complicado bastante el sistema de voto. Pienso que se podrian conservar si quereis las categorias pero votando un relato para cada una de ellas, sin el sistema de 1, 2 y 3 puntos.
Es solo mi opinión, voy a leerlos.....

[nuriaBogartDana]

buenooooooo, pues lo cambio que menos trabajo para mí

Votad al que más os guste en cada categoría, Taliesim modifica tus votos guapa

[black-bruna]

Me han gustado todos
Doy mis votos, si luego decidis que con votar uno de cada categoria es suficiente, quedaos con el que le doy 3 puntos.

Divertido: nº12 : 1, nº8: 2 y nº11: 3
Tierno: nº 2: 1, nº 6: 2 y nº 9: 3
Mejor redactado: nº 1: 1, nº 5: 2 y nº11: 3
Original: nº10: 1, nº11: 2 y nº 1: 3

[nuriaBogartDana]

oñe que he cambiado el sistema grrrrrrrrr

Por petición de los primeros ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Un voto por categoría!!!!!!!!

Black bruna y taliesim, modificad vuestros votos

[Rafalin]

taliesim:

en el mas tierno te repites con el nº 6 2 y 3 puntos

[Rafalin]

RELATOS DEL CONCURSO:
Os recuerdo las categorías: premio al relato más divertido, al relato más tierno (bonito o como se quiera llamar...), al mejor redactado y al más original. Votad al que más os guste en cada categoría

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Un voto por categoría!!!!!!!!

Divertido nº 12
Tierno nº 9
Redactado nº 1
Original nº 9

[black-bruna]

Nuria con que te quedes con el que le hemos dado 3 puntos ya esta

divertido nº 11
tierno nº 9
mejor redactado nº 11
original nº 1

Así queda pues