Tengo un pequeño problema con Shelby, ella es muyyyy activa, y en casa juega con todo lo que pilla, pañuelos que roba de nuestros bolsillos (no sé como lo hace, nunca nos damos cuenta ) botellas de plastico vacías, sus juguetes, zapatos, ropa, pelos que se caen (o arranca) de la escoba, cortinas, persianas..... que obviamente destroza en poco tiempo, se vuelve loca cuando le lanzas algo para jugr, pero en casa no hay mucho sitio para que corra y me la llevo a la calle..... y no hace caso de nada, ya puedes tiar pelotas, mordedores, frisbees, piedras, palos..... ella pasa de todo, por más que la provoques moviendolos por el suelo.
Alguna sugerencia para que les tenga más interés? Quiero que se divierta en la calle como lo hace en casa.
Creando interés por los juguetes
¿Has pensado que dentro de la casa tenga ansiedad? ¿Cuándo dices que se vuelve loca cómo se comporta?
Es desconcertante que en casa te lo pille todo con tanta ímpetu y con tantas ganas, y ahora en la calle no quiera saber nada.
Por muchos estímulos que halla en el exterior no es motivo para que los juguetes le pase indiferente.
Es desconcertante que en casa te lo pille todo con tanta ímpetu y con tantas ganas, y ahora en la calle no quiera saber nada.
Por muchos estímulos que halla en el exterior no es motivo para que los juguetes le pase indiferente.
Con volverse loca, me refiero a que salta, mueve la cola y el culo y todo muyyy rápido con las orejas en atención, se pone a hacer ordenes de obediencia sin que aún se lo haya pedido.... vamos excitación total con los juguetes.
En la calle simplemente se va a su bola olfateando por ahí y pasa de todo, solo juega a las carreras si la persigo o me escapo de ella y con otros perros, además de cierta atracción por los gatos, aunque se comporta con ellos como si fueran otro perro y los asusta.
En la calle simplemente se va a su bola olfateando por ahí y pasa de todo, solo juega a las carreras si la persigo o me escapo de ella y con otros perros, además de cierta atracción por los gatos, aunque se comporta con ellos como si fueran otro perro y los asusta.
Quizás en la casa se aburra, si es muy activa puede que le falten estímulos y de ahí sus tantas ganas de jugar, pero claro, también habría que ver si en la calle se aburre, porque de ser así ya no le encuentro lógica .
También puede ser simplemente que su motivación aflore en casa y no en la calle.
Si lo que le motiva son las carreras, pues yo empezaría por ahí, cogería el juguete que más le guste y echaría a correr enseñándoselo, a ver si así se anima a ''cazarlo''. ¿Qué no? Pues empezaría a enseñarle a jugar en la calle, como a los cachorros. Por ejemplo, tiras un juguete y corres tú detrás para cogerlo (sí, en vez del perro tú ), ella seguramente te seguirá, cuando lo cojas se lo enseñas y vuelves a tirarlo, y así hasta que se anime. Sí, parece una soberana gilipollez, pero así le enseñé a Dady a jugar con los juguetes, yo salía corriendo detrás cuando lo tiraba, él me seguía, yo cogía el juguete, se lo enseñaba y se lo volvía a tirar, y volvíamos a salir corriendo... Hasta el día que lo pilló y cuando tiraba el juguete competía conmigo para ver quién lo cogía primero, de hecho a día de hoy competimos, ¡cómo le gusta! Y ni siquiera tardó mucho en aprenderlo.
También puede ser simplemente que su motivación aflore en casa y no en la calle.
Si lo que le motiva son las carreras, pues yo empezaría por ahí, cogería el juguete que más le guste y echaría a correr enseñándoselo, a ver si así se anima a ''cazarlo''. ¿Qué no? Pues empezaría a enseñarle a jugar en la calle, como a los cachorros. Por ejemplo, tiras un juguete y corres tú detrás para cogerlo (sí, en vez del perro tú ), ella seguramente te seguirá, cuando lo cojas se lo enseñas y vuelves a tirarlo, y así hasta que se anime. Sí, parece una soberana gilipollez, pero así le enseñé a Dady a jugar con los juguetes, yo salía corriendo detrás cuando lo tiraba, él me seguía, yo cogía el juguete, se lo enseñaba y se lo volvía a tirar, y volvíamos a salir corriendo... Hasta el día que lo pilló y cuando tiraba el juguete competía conmigo para ver quién lo cogía primero, de hecho a día de hoy competimos, ¡cómo le gusta! Y ni siquiera tardó mucho en aprenderlo.