Pues el hecho es que hace ya casi 2 meses que se nos ha unido Noel a la familia. Es una perrita de alrededor de 1 añito (el celo ya le pasó).
No estaba planeado. Un día fui a la perrera a ponerle chip al gatillo aprobechando la campaña que hacen todas las primaveras. Y es que no tiene remedio el Miko, sale a la calle "si o si", le encanta.
De hecho, por las noches y por las mañanas, que no hay casi gente, pasea con los perros y conmigo. La gente que nos vé se queda alucinando en colores.
Pero claro, eso repercute en collar con identificación, pipeta mensual, y chip.
Total, al grano. Que echando un vistazo por allí la vi (esque ya que vas, te hacen un tour a ver si picas). Una perrita de unos 11 kg.
Nada bonita por cierto, blanca entera pero con unas manchitas marroncitas en la punta de las orejas, unas cuantas manchas negras por el lomo pequeñas pequeñas y mal repartidas, y una mancha negra en el ojo derecho que le hace parecer que tiene un ojo más grande que el otro.
Era podenquita toda ella... con algún cruce de chucho por ahi. Total una podenquita un poco más "robusta" de lo que suele ser un podenco.
Pero no sé, a mi me pareció monísima.... y lloraba la pobre por una caricia....ains, se me partía el alma

La cuidadora me comentó que nadie la quería porque parecía que iba a tener unos problemas enormes de ansiedad por separación. Que la habían encontrado en una cuneta y que ya le quedaba poco para el sacrificio pero que no me la recomendaba porque daba la impresión de que iba a dar muchísimos problemas de comportamiento.
Total que con lo del sacrificio ya no pude más... y la sacamos para que conociese a Pepín. Les hicimos conocerse como si estuviesen en el parque y tal. A la perrita la paseaba la cuidadora y yo iba con Pepín.
Como parecieron caerse muy bien, pues me la llevé para casa. Con resultados alucinantes.
Veamos, de ansiedad por separación CERO PATATERO. Me dió más problemas Pepín que ladro la primera semana, que esta que no ha ladrado ni un solo día.
Simplemente la misma noche que la cogí la estuve entrenando 20 minutos dejandola sola y entrando y saliendo yo y voilá, facil facil.
Me habían comentado lo que era en perros el aprendizaje por imitación... pero verlo en 1ª persona es increible. Al segundo día ya atendía la orden para venir, aprendida 100% de ver a Pepín. A la semana se sabía casi todo, ahora estamos enseñandole Pepín y yo el Arriba, Abajo y Salta.
El estado físico, a pesar de que tenía que haber estado "minimamente cuidada" en el que llego fue un poco lamentable. Tenía un ojo malito, sarna, deshidratación en la piel por dormir en el cemento, cistitis, cojera por contractura, un par de garrapatas enormes, y otra infección en la piel. Ah, y todavía estamos a ver si termina de coger su peso porque llegó muy delgadita.
Desde el primer día he intentado establecer una jerarquía clara en casa. Pepín siempre come el primero (igual que el gato siempre come antes que ellos dos), si hay premio siempre primero para pepín, si les dejo subir al sofá siempre es a Pepín primero, etc... en su cubil (intente que durmiesen separados pero no había manera), ella duerme más cerca de la puerta pero no le doi importancia, porque Pepín suele dormir con la cabeza encima de su lo mo o con la pata encima de su lomo.
Respecto a la forma de ser, es de un caracter mucho más fuerte que el de Pepín. Si tiene un juguete y otro perro se lo intenta quitar, cuidadín (nunca muerde ojo), lo mismo con una chuche, etc... Claro que ella una vez le intentó quitar una chuche a Pirri (el perro más dominante del grupo) y se llevó un buen revolcón. El dueño me decía "lo siento lo siento", y yo le contestaba "no, dejale a pirri que termine, que le de palpelo a ver si aprende".
Con la perra más dominane del grupo, Papua, se evaluan mucho (ya sabeis a lo que me refiero, si hay un objeto en disputa se ponen una a cada lado mirandose de reojo y muy tiesas) pero nunca ha pasado a mayores... siempre acaba cediendo Noel.
Al principio tuve que ponerme muy enserio a corregirle porque gruñía a cualquier perro que al que yo acariciaba (a Pepín nunca ojo).
Aunque eso ya no lo hace, todavía intenta ponerse entre yo y el perro para que le acaricie a ella, incluso con Pepín. Como ya no gruñe en vez de corregirle, pasé a la indiferencia. Cuando hace eso sigo acariciando al otro perro incluso mas cariñosamente y a ella ni caso hasta que deja de hacerlo. Con eso vamos progresando adecuandamente.
Tiene muy "mala leche" y si un perro intenta montarla retira belfos y le gruñe enseñando los dientes, pero no ha mordido jamás. Sin embargo los niños le encantan y tiene una paciencia infinita con ellos aunque la trasteen.
Luego, eso si, es una quejica y una llorona conmigo. Pero muy simpática.
Con el gato se lleva genial, incluso mejor que pepín. Se tiran las horas muertas jugando los dos, hasta que el gato se cansa y le hace un "miaooorg" y se marcha.
Y Pepín, he visto un par de veces un perro muy muy grande molestarla y que ella no se atreviese a gruñirle, y si que es verdad que la proteje.
La primera vez me quedé alucinado. Se puso entre el perro y ella y le pego dos gruñidos y dos ladridos (Sonia os puede decir que Pepín no ladra prácticamente JAMÁS, y gruñir menos). Aunque lo mejor fue ver cuando acababa de terminar el celo (ya no se dejaba montar) pero todavía olía... se acerco un perro grandote y de repente, en un abrir y cerrar de ojos se pusieron Pepín, Couz (35kg) y León (45 kg) a protegerla (Couz y León son del grupo que nos juntamos todas las tardes).
Ais toma tocho, gracias por leerme a los que habeís podido y perdon a los que no.