Para mí cualquier situación fuera de lo común sin que sea dañina para mi perro es bien recibida (ahora parecerá que estoy chiflada), porque gracias a ello sé las reacciones del mío y lo entiendo cada día mejor. Si evito situaciones tensas resulta de que nunca sabré cómo reaccionará ante ellas, ni siquiera podría leer su lenguaje (obviamente porque si he evitado esas situaciones va a resultar difícil identificar su forma de actuar) y esas experiencias le hacen a él más equilibrado, entre otras cosas porque para mí son experiencias indispensables (revolcones, gruñidos, que te quede claro que estás por debajo de mí, etc.) para su buena conducta hacia sus demás congéneres, y a mí de paso me hace mucho más segura.
jaguar escribió:Por cierto...
¿Qué hacéis cuando os acercáis (con perros, claro) a otro perro? ¿Los atáis en el primer momento?
Yo sinceramente, dependiendo de la zona.
Generalmente en la zona en la que me encuentro al loco con el que tuve un encontronazo hace poco, ahí sí lo amarro cada vez que veo a un perro (al menos que lo conozca y sepa que no ocurrirá nada), porque no suele verse perros muy equilibrados que digamos. A veces lo dejo suelto con la correa enganchada, por si hay perros a la vista poder cogerlo con facilidad (no siempre me obedece y se acerca a los demás perros tan contento).
Después, otra zona, el centro. Si veo que no hay mucha gente, lo suelto. Allí todos los dejamos sueltos y no lo amarramos ante la llegada de otros perros, generalmente ya nos conocemos y sabemos del pie que cojea cada uno, así que cuando prevemos que puede haber enfrentamientos lo amarramos, o probamos antes a ver cómo evoluciona la cosa. También allí los perros son equilibrados (hablamos del centro, un parque lleno de críos, de gente, carros, niños jugando al balón...). Vamos, que los perros que son unas cabras locas no suelen pisar ese parque, aunque siempre hay algunos que no son precisamenete unos soles, como por un ejemplo un par de yorkshire, pero se suelen ir a otra zona y siempre con su correa, y el mío y otros muchos saben qué perros no entran en esa lista y se apartan.
Otra zona, el parque gande
. Allí va suelto durante muchos caminos, y no lo amarro cada dos por tres, también van perros sueltos. Se acercan, se huelen, juegan, se gruñen, se ladran, se piran, corren... Y la verdad, no lo amarro cada vez que veo a uno, entonces realmente sería un coñazo.
Yo dejaría que Gaia se acercará con correa o sin ello dependiendo del comportamiento que tenga con la misma. Por ejemplo, hay perros que con la correa se sienten más inseguros, con lo cual desde mi punto de vista sería peor. Pero por otro lado, hay perros que reaccionan ante la inseguridad de otros, así que se puede buscar otra clase de comportamiento menos ''cordial''. Por ello si la correa no empeora su estado yo en principio la amarraría, y después según cómo vaya la cosa la soltaría.