¿nos pasamos?
- taliesim
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+10000Monte escribió:Lo más gracioso es que en mi caso es al revés: Chico nunca se ha llevado ningún revolcón. Soy yo la que teme que se los dé él a otros perros y les haga daño
(cómo te entiendo monte)
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por muy oscura que sea la noche, no tengo miedo. Encontraré el camino en los ojos de mi perro
por muy oscura que sea la noche, no tengo miedo. Encontraré el camino en los ojos de mi perro
- nuriaBogartDana
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Luego leeré el resto.Natalia escribió:No, no haces mal porque esté encima tuya, haces mal otras cosas (bajo mi punto de vista, eh?), quiero decir, el perro puede estar encima tuya, pero si ahora mismo te duele un ovario (por poner un ejemplo jajajaja), y te lo quieres quitar de encima, te lo quitas y punto. Y tú puede que lo hagas, pero hay gente que es capáz de desangrarse por no quitar al perrillo "porque está agustito y me da pena". Hasta llegar al límite de no entrar en su casa porque el perro le gruñe, y ese caso, concretamente, empezó así. Es que el perrillo me da pena, es que me da cosa moverle, es que... es que...
Y lo otro, a lo mejor no basta con ignorarla, si llega a molestarte, porqué no la corriges? No le va a pasar nada, es natural. Me molestas, te corrijo. Simplemente.
Yo estoy a lo mejor sentada, y se me sube un perro encima, y por qué no, está uno guay así, se está cómodo. O estoy durmiendo y se me suben, y estás cómodo o calentito y les dejas. Pero en el momento en el que te diga que te bajes, o que hoy no subes, va a misa. Y el problema es que eso en muchísimas ocasiones no se hace.
No está mal lo que se hace, sino cómo se hace. (por eso discutía tanto que no es malo dormir con ellos, sólo que mucha gente que duerme con ellos, tiende a humanizarlos, y es ahí donde veo yo el problema, no en hacer esto o aquello, sino en no saberlo hacer).
Antes no había problemas, porque básicamente nadie se encariñaba tanto con el animal hasta el punto de anteponerle a sus propios deseos.
A ver, de Dana me dijeron lo bueno y lo malo de sus patitas, pero en lo bueno metieron que era mimosa y no dijeron que pasaba del pienso ni que pedía comida humana en cuanto la huele. Así que la señorita llegó y ladraba cada vez que comíamos, menos con el desayuno (debe ser que el café no la mola nada) era continuo, íbamos a un bar y hacía igual, vamos, una pesadilla. Así que como si la dábamos la cosa era peor porque no se conformaba con un pelín pues optamos por pasar y así ha dejado de hacerlo a no ser que comas algo que la excite especialmente las gládulas gustativas (suele ser pollo asado, lo tengo comprobado), la regañamos, que conste, pero para y vuelve, y vuelta a regañarla y al final la opción es acojonarla del grito que la pegamos.
Los lloriqueos.... pues al principio lloraba en el coche, lo achacamos a su abandono porque probablemente la llevaron en coche hasta el monte, ahora no lo hace en el coche a no ser que tenga pis y quiera bajar (cosa que bueno, es un aviso y en los viajes largos me parece estupendo que lo haga). Pero sigue haciendo insssssssss insssssssssss insssssssss cuando te ve coger las cosas para bajarlos a la calle, y está así hasta que te diriges a la puerta y eso sí que no tengo ni puñetera idea de cómo corregirlo. El resto de los insssssssss la ignoras y se la pasa pero esta es que recurre al inssssssssss para avisar de todo, ya sea quiero esto o exijo esto o necesito bajar a hacer mis cosas o se me ha colado la pelota debajo del mueble y la quiero. Si está mala ya te digo que el insssss de dolor no tiene que ver.
El enano cabrón..... Bueno sí, abusamos de las chuches para enseñarlo pero funcionó, él dejó de hacer las cosas en casa enseguida y se porta de cine. Que es un mimado? sí, pero si yo quiero no cogerlo no lo cojo, si me molesta en la cama le meto un grito y muevo la pierna y se baja. Vamos, que hemos hecho cosas mal Natalia no lo dudo pero él que es el mimado respeta cuando le dices que no y ella que vino educada como pocos pues abusa del mimo que da gusto, en realidad abusa de mira que pena doy pero como ya lo sabemos pues lo cortamos, no quiero que ahora la de por tengo sindrome de ansiedad de separación cuando nunca lo ha tenido.
Y ahora dime qué hago mal para empezar a corregirme yo (porque siempre somos nosotros el problema) aunque no tenga que ver con estas cosas, nunca es tarde para cambiar . Eso sí, para mí parte del problema ahora es que la crisis a ellos les ha afectado en el sentido de que como Chus está en casa pues les baja veinte veces a la calle, que quieren jugar? pues juega que ya la casa se limpiará, total qué más da, así que le tienen a él encima toda la mañana, y yo lo siento pero nunca les he dedicado todo el tiempo porque no se puede. Y eso lo he discutido tropecientas veces con él pero no lo entiende, es como lo de darles comida, fue él el que dio a Bogart sus primeros caprichos y así estamos, que se come el pienso sin problemas pero a veces te mira con cara de dame algo distinto coño! Y eso sí que te aseguro que yo no quería.
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).
- nuriaBogartDana
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una sacudida.... supongo que no lo hemos hecho nunca por el rollo de que está mal de las patas porque con Bogart sí lo hemos hecho.Guro escribió:Tan fácil como cogerla del pellejo y darle una sacudida. Verás cómo cortas todo ese majaderismo de golpe.nuriaBogartDana escribió:no Guro, saber podrás saberlo pero a ver. Dana tiene sus miedos y sus cosas, vale? cuando se pone en plan inssssssss inssssssssss insssssssss (vamos, lloriqueos por dame eso rico que estás comiendo, acaba de hacerlo mientras me zampaba unas fresas, por poner un ejemplo de algo que no es porque sufra) yo la ignoro, igual que hacemos con los ladridos de dame de comer, pero aún así sigue haciéndolo, en menor intensidad, menos tiempo, pero sigue, y ya lleva con nosotros dos años y medio. O sea, que o ella es erre que erre o tenemos que ponernos hasta de espaldas en vez de coger, seguir comiendo y no darla que es la postura que cogimos porque además si la das sigue pidiendo claro.
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).
(Lo siento, es que no había leído esto hasta ahora )
Vale, esta teoría está muy bien, pero, ¿cómo explica las diferencias de comportamiento entre los distintos perros, cuando tienes más de uno? Según eso, todos los perros con un mismo amo deberían tener los mismos problemas (o la misma ausencia de problemas), y sin embargo no es así (y no lo digo por mi caso, sino por muchos otros que conozco).Natalia escribió:El inseguro no es tu perro, eres tú. El agresivo no es tu perro, eres tú.
Tengas el perro que tengas, si tú estás equilibrado, o al menos se lo haces creer (yo, por ejemplo, soy el colmo de la inseguridad), no tendrás problemas de ningún tipo.
"Si a tu perro no le gusta una persona, probablemente a ti tampoco debería gustarte."