Por cierto, ese desayuno incluía: patata, lechuga, tomate, pepino, zanahoria, ajo, caqui, pera, manzana, plátano y un chorrito de ese limón. Y le añadí el aceite de oliva y el omega 3.
Joder, creo que si una persona desayunara así de bien todos los días, viviría hasta los 120 años.