Tenía 30 días cuando le separaron de la manada.
Creció sin madre o hermanos que le ayudaran en la sociabilización. Las normas de jerarquía, respetar, aceptar
jugar...
Los humanos que lo cuidaron pensaban que era muy gracioso cuando gruñía. Que no regañarle, era una muestra de amor.
Y Bruno creció sin pautas, sin entender su condición.
Hace poco esos que le adoraban, decidieron que el carácter del perro era imprevisible, le pusieron la etiqueta de "agresivo" y aceptaron la imposibilidad de darle una educación.
Es más cómodo sacrificar, no luchar por ese componente, habiendo crecido a su lado...
Que mas da si lo aprendido, poco o mucho,
es lo que se molestaron en enseñar...
ES UN PERRO BUENO, CARIÑOSO, AGRADECIDO.
Tiene un fuerte carácter como el tuyo, como el mío....
Pero nada mas.
Este animal no merece la muerte, merece una familia que sepan enseñarle el camino, corrijan algunas cosillas de conducta, pero nada fuera de lo normal.
Nosotros lo hemos tratado con un educador, y hasta el se ha enamorado del perro. Bruno es especial.
Lleva meses con nosotros y no ha gruñido mas que otro, no ha mordido, acepta si un día sale de paseo o si otro tiene que quedar aburrido en le chenil.
Es urgente, se busca un dueño "apto" para este perro, hay que tratarlo de forma seria, pues ya habéis leído lo que le ha ocurrido.
