Montse_52 escribió:Era lo que más temía, no sé si me creeréis pero en estos momentos estoy llorando. Todo esto me ha recordado nuestro caso por eso no he dejado de estar pendiente. Os cuento, adoptamos en noviembre dos perritas de la protectora de Sevilla Sofia El Refugio-Escuela. Pertenecían a un grupo que estaba en una casa y había que sacar lo antes posible, el tema se anunció en este foro.
Las peques eran encantadoras pero muy miedosas y asustadizas, sobre todo una, nuestra pequeña Uma. En casa era una maravilla pero en cuanto la sacabas a la calle se sobresaltaba por todo, hasta si pisabas una hoja seca saltaba asustada. No disfrutaba de los paseos pero pensábamos que poco a poco se iría acostumbrando y cojiendo confianza.
En el mes de mayo, tres días antes de mi cumpleaños, las llevaba mi marido de paseo como otras veces y se asustó al ver a un señor con un bastón en la mano, de manera repentina y sin poder hacer nada, se salió del arnés y salió corriendo, mi marido dejó a Rona con un vecino y salió tras ella. Era como un relámpago, nos llamó a casa y salimos todos a buscarla. Se unieron amigos y vecinos, avisamos a la guardia civil y policia municipal por si alguien la encontraba y se la llevaba.
Toda la tarde buscando, de noche, pateamos el barrio, toda la urbanización, miramos seto por seto llamándola, nada. A las 6 de la mañana del dia siguiente salí con Rona, su hermana, para ver si oliéndola asomaba, nada. Empapelamos el barrio con carteles con su foto, volvimos por la tarde (por la mañana trabajábamos todos),y por la noche, salimos con su mantita por si la olía y salía, con comida, estábamos ya desesperados pero ni una señal de Uma. Pensamos que alguien la habría encontrado y nuestra esperanza era que la llevaran a un veterinario que viera la alarma del chip (ya habíamos denunciado a la central su desaparición).
Se movilizó todo el mundo, incluso desde Sevilla la persona de la protectora que las tuvo en su casa hasta que llegaron a la nuestra. Nada, parecia que se había esfumado en el aire......... A las 4 de la madrugada del segundo día llamaron a mi hija del puesto de Cruz Roja cercano a casa, habíamos puesto en la puerta y avisado a los chicos de la desaparición de Uma, la llamaron para decir que acababan de atropellarla en la misma rotonda que va a nuestra casa, en la zona donde se escapó. Estaba allí, estuvo allí todo el tiempo, debimos de pasar mil veces a su lado y su miedo le impidió salir.
Mi marido tuvo que pasar por el trago de ir a recojerla y traerla a casa para al dia siguiente llevarla a nuestro veterinario para los trámites necesarios.
Horrible, aún ahora cuando lo recuerdo me pongo mala. Por eso, estos días he seguido el caso y me he sentido agobiada ante la falta de noticias, comprendo cómo deben estar pasándolo las personas que la habían adoptado y la que la tuvo en acogida.
No se puede decir nada para consolarlos, la pobre Cuca ni siquiera tuvo la suerte que tuvo nuestra Uma de disfrutar durante unos meses del cariño de su nueva familia.
Ahora sí es tiempo de pedir responsabilidades a MRW, ni ésto ni lo que pasó con Saly, debió haber pasado. Habrá que hacer algo para que no vuelva a pasar.
Un abrazo
Pobre Uma,lo siento mucho
es una historia muy triste.
Hay que hacer algo com MRW,estos casos no deberian de quedar asi.Por el amor de dios que no son trapos,son SERES VIVOS,con sentimientos y corazon.Es horrible que esto haya sucedido.Cuca no merecia eso segurisimo.