Katty ha muerto
un beso muy grande!!!!!
El galgo es el perro que más rápido cruzará el arcoiris para reencontrarse contigo , entonces paseará junto a ti para siempre; y nada te impedirá ver la sonrisa del galgo al amanecer
http://malagaperruna.wordpress.com/
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DAMA (LA PUPAS)
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- Registrado: Mar Sep 01, 2009 2:47 pm
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Estoy un poquito mejor, parece que me voy haciendo a la idea y ahora lo que me agolpan son los recuerdos, casi todo trastadas que nos hizo y de las que te ríes con el tiempo.
Como la vez que mi madre dejó unos higadillos al final de la encimera en un platito y con otro platito tapandolo (ella era mediana y en todo caso llegaba a lo que era el borde de la encimera), y cuando mi madre fue a cogerlos para seguir cocinando, se encontró el plato vacío, pero no solo eso, si no que se las había arreglado para poner el plato-tapa, en el mismo sitio, así que parecía un truco de magia más que un robo en toda regla.
O otra vez, ya cuando Elliot había venido a casa, en que escuche ruido de bolsas y movimiento y me asomé sigilosamente y la vi en medio de la cocina, mirando a derecha e izquierda continuamente. Y cuando me vio, medio agachó las orejitas, miró hacia otro lado y se fue hacia la salita a dormir. Cuando me acerqué a la cocina, encontré a Elliot casi todo él dentro del cubo de la basura. Ella había estado haciendo vigilancia mientras él escarbaba en la basura, pero no fue muy buena vigilante, porque en cuanto me vio, se fue y dejó a Elliot con el marrón entero por la trastada.
Me acuerdo de todas las zapatillas de mi madre que rompiió, los dos pares de gafas, también de mi madre, que rompió, mis auriculares del mp3, todas las veces que había tormenta y ella se venía a refugiar a mi lado, cómo jugaba con el perrito del vecino, con mi hermano...
Hace un rato me he puesto a cantarles a Elliot y a Sookie (sí, les canto canciones dedicadas a ellos, lo habeis leido bien), así en plan autómata, y la he incluido a ella en la canción y cuando me he dado cuenta... otra vez a llorar.
Pasó casi todo el día bien, aunque algún ratito me viene a la mente cualquier detalle y al final me entra sentimiento, aunque yo quiero seguir recordándola, especialmente anécdotas como la de los higaditos. Estoy llena de recuerdos y de imágenes que vivimos, como cuando iba al instituto y la sacaba a pasear, una temporada que tuvo que salía a pasear sin miedos y con mucha más seguridad (que luego no supe potenciar) y hasta la podía soltar en un descampado. Recuerdo que la soltaba y nos íbamos adentrando en el descampado hasta que nos metíamos en los campos de naranjos que lo bordeaban y llegábamos hasta un puente que está a las afueras, campos en los que alguna vez cogí naranjas de los árboles y me la comía junto a ella, a veces llegamos hasta a compartirla. O como cuando nos sentabamos en una roca o cerca de las acequias donde a veces ella metía las patitas y bebía, o ella iba oliendo por entre los campos, no muy lejos de mi, y escuchábamos el tren a lo lejos y yo le contaba que mi hermano me decía que cuando soplaba poniente, el tren se escuchaba desde la misma ciudad...
Hoy mismo me gustaría tener una máquina del tiempo y volver a esos momentos, volverme a sentar en esa roca y en esa acequia (que hoy en día no existen, pues todos esos campos han sido echados abajo para construir edificios invisibles de constructoras quebradas) y escuchar otra vez el tren, e irnos hasta el puente en el otro extremo entre campos de naranjos. Hoy en día lo recuerdo y no encuentro momento más feliz en casi toda mi vida, y todavía es corta.
Me entristece pensar que eso ya pasó, pero a la vez me siento afortunada, porque pude vivir esos momentos mágicos con ella. Katty era eso, pura mágia, mi gran compañera, mi mejor amiga, mi Katty.
Gracias a todos por los ánimos y perdonad las brasas que os doy, pero estos sentimientos y estos recuerdos tienen que salir, lo necesito y ella se lo merece, ella se merece que yo cuente lo especial que ha sido y será para mi y para todos los que somos su familia.
Como la vez que mi madre dejó unos higadillos al final de la encimera en un platito y con otro platito tapandolo (ella era mediana y en todo caso llegaba a lo que era el borde de la encimera), y cuando mi madre fue a cogerlos para seguir cocinando, se encontró el plato vacío, pero no solo eso, si no que se las había arreglado para poner el plato-tapa, en el mismo sitio, así que parecía un truco de magia más que un robo en toda regla.
O otra vez, ya cuando Elliot había venido a casa, en que escuche ruido de bolsas y movimiento y me asomé sigilosamente y la vi en medio de la cocina, mirando a derecha e izquierda continuamente. Y cuando me vio, medio agachó las orejitas, miró hacia otro lado y se fue hacia la salita a dormir. Cuando me acerqué a la cocina, encontré a Elliot casi todo él dentro del cubo de la basura. Ella había estado haciendo vigilancia mientras él escarbaba en la basura, pero no fue muy buena vigilante, porque en cuanto me vio, se fue y dejó a Elliot con el marrón entero por la trastada.
Me acuerdo de todas las zapatillas de mi madre que rompiió, los dos pares de gafas, también de mi madre, que rompió, mis auriculares del mp3, todas las veces que había tormenta y ella se venía a refugiar a mi lado, cómo jugaba con el perrito del vecino, con mi hermano...
Hace un rato me he puesto a cantarles a Elliot y a Sookie (sí, les canto canciones dedicadas a ellos, lo habeis leido bien), así en plan autómata, y la he incluido a ella en la canción y cuando me he dado cuenta... otra vez a llorar.
Pasó casi todo el día bien, aunque algún ratito me viene a la mente cualquier detalle y al final me entra sentimiento, aunque yo quiero seguir recordándola, especialmente anécdotas como la de los higaditos. Estoy llena de recuerdos y de imágenes que vivimos, como cuando iba al instituto y la sacaba a pasear, una temporada que tuvo que salía a pasear sin miedos y con mucha más seguridad (que luego no supe potenciar) y hasta la podía soltar en un descampado. Recuerdo que la soltaba y nos íbamos adentrando en el descampado hasta que nos metíamos en los campos de naranjos que lo bordeaban y llegábamos hasta un puente que está a las afueras, campos en los que alguna vez cogí naranjas de los árboles y me la comía junto a ella, a veces llegamos hasta a compartirla. O como cuando nos sentabamos en una roca o cerca de las acequias donde a veces ella metía las patitas y bebía, o ella iba oliendo por entre los campos, no muy lejos de mi, y escuchábamos el tren a lo lejos y yo le contaba que mi hermano me decía que cuando soplaba poniente, el tren se escuchaba desde la misma ciudad...
Hoy mismo me gustaría tener una máquina del tiempo y volver a esos momentos, volverme a sentar en esa roca y en esa acequia (que hoy en día no existen, pues todos esos campos han sido echados abajo para construir edificios invisibles de constructoras quebradas) y escuchar otra vez el tren, e irnos hasta el puente en el otro extremo entre campos de naranjos. Hoy en día lo recuerdo y no encuentro momento más feliz en casi toda mi vida, y todavía es corta.
Me entristece pensar que eso ya pasó, pero a la vez me siento afortunada, porque pude vivir esos momentos mágicos con ella. Katty era eso, pura mágia, mi gran compañera, mi mejor amiga, mi Katty.
Gracias a todos por los ánimos y perdonad las brasas que os doy, pero estos sentimientos y estos recuerdos tienen que salir, lo necesito y ella se lo merece, ella se merece que yo cuente lo especial que ha sido y será para mi y para todos los que somos su familia.
Monte escribió:De brasa nada. Nos encanta leer esas cosas y que las compartas con nosotros
+ 1000
Él es tu amigo, tu compañero, tu defensor, tu perro. Tú eres su vida, su amor, su líder. Él será tuyo siempre, fiel y sincero, hasta el último latido de su corazón. A él le debes ser merecedor de tal devoción
Mucho ánimo.
Claro que te entendemos, todo el que ha pasado por eso... lo entiende perfectamente.
Es un dolor... insoportable... se les echa mucho de menos...
Pero como tú bien dices, ahora te acordarás de las trastadas, y de los buenos momentos compartidos con ella, que a fin de cuentas... eso es lo que NADIE te podrá quitar.
Muchos muchos besotes!!!!!!!!!!!!
Claro que te entendemos, todo el que ha pasado por eso... lo entiende perfectamente.
Es un dolor... insoportable... se les echa mucho de menos...
Pero como tú bien dices, ahora te acordarás de las trastadas, y de los buenos momentos compartidos con ella, que a fin de cuentas... eso es lo que NADIE te podrá quitar.
Muchos muchos besotes!!!!!!!!!!!!
Los perros no son todo en nuestra vida, pero ellos la hacen completa.
he estado leyendote ahora,no sabía lo de Katty.Lo siento.
Ahora mismo me tienes llorando,pq te comprendo perfectamente,duele,duele mucho cuando se van y nos dejan,cuando ya no podemos verles,oirles,ni tocarles.........
Lo siento mucho,de veras que si.Un beso enorme
Ahora mismo me tienes llorando,pq te comprendo perfectamente,duele,duele mucho cuando se van y nos dejan,cuando ya no podemos verles,oirles,ni tocarles.........
Lo siento mucho,de veras que si.Un beso enorme
Ellos son la mejor compañía:no juzgan,no discuten,no critican.Te aceptan y punto.
Hoy me estoy acordando de cuando mi madre me mandaba tender la ropa (yo lo odiaba 
) pero aceptaba el trato con tal de subir con Katty a la terraza.
¡¡Le encantaba tumbarse al sol!! Y siempre que yo terminaba de tender, me sentaba a su lado y la miraba disfrutar de esos ratos de sol, una de las primeras fotos que le hice fue de esa guisa, con las orejas tiesas hacia arriba en la que estaba guapísima.
Ya luego, subía a la terraza, tuviese que tender o no, solo por verla disfrutar del solecito en la terraza...
Y ya con el gustillo que le cogió, casi siempre que mi madre salía a barrer y fregar la acerca de la calle y el portal, la dejaba salir y se tumbaba en la acera a tomar el sol, sobre las 9 de la mañanan o así, y cuando mi madre terminaba, entraba para adentro.
Eso sí lo puedo recordar más in situ, y además, lo de la terraza es una de las últimas cosas que hicimos. La última vez que estuve allí, nos subimos varios dias a la terraza a tomar el sol, junto con Elliot, disfrutamos de un ratito así y volvimos a bajar.
Nunca olvidaré su mirada cuando compartíamos esos pequeños y sencillos ratos de felicidad conjunta.
Hoy todo lo que tiene que ver con ella me arranca una sonrisa, y a cada rato, la noto más cerca mía, más presente, aunque soy consciente que no está aquí.
Gracias a todos por aguantar mis ataquitos de tristeza y recuerdos, gracias por compartirlo conmigo.
) pero aceptaba el trato con tal de subir con Katty a la terraza.¡¡Le encantaba tumbarse al sol!! Y siempre que yo terminaba de tender, me sentaba a su lado y la miraba disfrutar de esos ratos de sol, una de las primeras fotos que le hice fue de esa guisa, con las orejas tiesas hacia arriba en la que estaba guapísima.
Ya luego, subía a la terraza, tuviese que tender o no, solo por verla disfrutar del solecito en la terraza...
Y ya con el gustillo que le cogió, casi siempre que mi madre salía a barrer y fregar la acerca de la calle y el portal, la dejaba salir y se tumbaba en la acera a tomar el sol, sobre las 9 de la mañanan o así, y cuando mi madre terminaba, entraba para adentro.
Eso sí lo puedo recordar más in situ, y además, lo de la terraza es una de las últimas cosas que hicimos. La última vez que estuve allí, nos subimos varios dias a la terraza a tomar el sol, junto con Elliot, disfrutamos de un ratito así y volvimos a bajar.
Nunca olvidaré su mirada cuando compartíamos esos pequeños y sencillos ratos de felicidad conjunta.
Hoy todo lo que tiene que ver con ella me arranca una sonrisa, y a cada rato, la noto más cerca mía, más presente, aunque soy consciente que no está aquí.
Gracias a todos por aguantar mis ataquitos de tristeza y recuerdos, gracias por compartirlo conmigo.