Aún recuerdo cuando estando con unos amigos en casa, de repente Drako se levantó y se le puso a ladrar a uno de ellos acorralándolo un poco. Se tiro como una fiera. Eso si, ni morder, ni empujarlo ni sacar dientes ni nada. Simplemente ladró, el otro se acojonó. (y yo cuando vi esa reacción del perro también, claro).
Yo estaba preocupadísima porque me dio miedo aquella reacción que yo veía sin motivo aparente. Me sorprendió muchísimo, no lo entendía. Porque el chaval este no le habia echo nada al perro, porque no le gustan. Yo decia, igual el perro nota que lo mira mal, o se ha dado cuenta de que ha sido el unico que no le ha saludado..... Una rayada que para que.
A los días me enteré que cuando vinieron estos chicos a casa, al principio saqué al perro al jardín porque estaba saltando sobre ellos y eso, hasta que se tranquilizase. Y que el chaval este estaba haciéndole la mosca por la ventana cuando yo no estaba. Haciéndole ruiditos y azuzándolo. Vamos, que los ladridos se los habia ganado a pulso, se los merecía, pero el disgusto y la preocupación me los llevé yo. Eso si, mi colega no creo que le vuelva a tocar la moral al perro porque su cara fue pa verla.
