Todo empezó el sábado que nos fuimos de excursión todo el día con Boby. Él se marea en el coche y vomita, no es un perro que se ponga nervioso, no ladra, no se mueve mucho... pero a la media hora (más si no estamos en autovía) vomita.
Al llegar a casa, por la noche, le dimos de comer y comió sin problemas es más, pa mi gusto demasiado. Después de cenar se metió en su cesto y no supimos más de él en toda la noche

. A la mañana siguiente vimos que nos había vomitado en la cocina, no le di mayor importancia porque pensé que tal vez sería por el viaje del día anterior.
Llegó el lunes y por la mañana a las dos horas de comer vomitó otra vez, asi que fui hasta el veterinario y este me lo examinó. Me comentó que tal vez tendría un parásito (dijo un nombre impronunciable) y que con la pastilla de desparasitación no fue suficiente, me dió Dalsy para administrar cada doce horas, le puso una inyección y pa casa.
Tambien le miró los oidos, le picaban desde hacía tiempo, y le dió unas gotas para la otitis que tiene.
Al día siguiente me siguió vomitando todo el día, llame de nuevo al vete y me dijo de ingresarlo, allí fue donde lo sedaron (supongo) para darle la medicación por vena.
Me lo devolvieron es jueves por la tarde, fue por la noche cuando nos dimos cuenta que una de las pupilas, la derecha (tiene la otitis en ese mismo lado) está muy dilatada y apenas se contrae con la luz.
Por lo que parece no le duele, no lagrimea el ojo y tampoco tiene legañas... pregunté al vete y me dijo que si el perro estaba igual de activo que siempre que no le diese importancia

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Pero que os voy a decir, si que se la doy porque no es normal lo que le pasa en el ojo.