Ha pasado un hombre con americana, cabello engominado, los zapatos en la mano y los pantalones arremangados... ( )y Gaia se ha puesto delante mío gruñéndole, hasta se le ha erizado el pelo... nunca la había visto así... La he tenido que atar para que no se lanzase a por él...
Él es tu amigo, tu compañero, tu defensor, tu perro. Tú eres su vida, su amor, su líder. Él será tuyo siempre, fiel y sincero, hasta el último latido de su corazón. A él le debes ser merecedor de tal devoción