el pequeño caracol (relato)

[taliesim]

El pequeño caracol, dejaba a su paso, un sendero de plata, cargaba sobre sí su propia casa.
La araña, dejó de tejer su tela de cristal, para verlo pasar.
Las abejas laboriosas, llenaban la colmena de néctar dorado.
Las mariposas en su, trémulo vuelo, dejaban rastro de polvo de hadas.
El viejo roble estaba exultante con sus hojas y frutos dorados.
El sol iluminaba esta maravillosa escena propia de cuento de hadas.
El río de plata se deslizaba silencioso, por el bosque, y nada perturbaba ese momento.

Casi parecía un escenario, para alguna historia
llena de pequeños duendes, etéreas hadas. . . Tal vez algún unicornio asomando por la penumbra.

Algo se movió en la espesura, rompiendo la magia del momento.
Risas, pisadas, gritos. . . El silencio se quebró como el cristal.
El bosque, dueño y señor de la magia, se había replegado en un rincón, asustado esperando que la soledad y el silencio regresasen, mientras un grupo de niños, salidos de la nada, conquistaban, las ramas de los arboles, rompían la tela de araña, perseguían a las mariposas, molestaban a las abejas. . .

El pequeño caracol se encerró en si mismo, como el bosque, esperando que la soledad, el silencio y la magia regresasen para seguir dejando senderos de plata.

La araña decidió esconderse, bajo una piedra, sabía que mientras lo niños estuviesen allí su trabajo de tejedora sería inútil.

Las mariposas, se elevaron a zonas inalcanzables, para las manos infantiles, mientras el río de plata era invadido, por tres docenas de pies descalzos, que perseguían divertidos a los renacuajos.

Yo continué observando, conmocionada aún por el cambio súbito de la escena, ya no vería hoy al unicornio azul, ni a las hadas danzando en el aire, pero había mucha magia en las evoluciones de aquellos niños de ciudad que invadían el bosque, quizás, por vez primera y descubrían extasiados, la viscosidad de los renacuajos, el dolor de un picotazo de abeja, las huellas brillantes del camino del caracol, la destreza de la araña como tejedora, el polvo brillante y mágico que se desprendía de las alas de las mariposas. . .

Esas caras de sorpresa, esos gestos de asombro, esas exclamaciones, de felicidad al sentir el agua fría en sus pies. . .

Esa magia también era digna de observarse, a fin de cuentas, cualquier otro día podía ver al unicornio azul, frotarse con las ramas del roble mágico para abrir las puertas del mundo de las hadas.

[majokukyta]

Precioso

[Rowan]

¡Que buena eres, Tasliesim! Tienes poesia , me encanta como escribes.

[taliesim]

gracias!!
......
espero que ospineis lo mismo dentro de seimilsetecientosochentaydos "relatos"..... (es que soy como el abuelo cebolleta...)

[Rowan]

Tranquila, a mi me encanta leerte. Yo pondria los mios, pero son un poco más extensos...

[ffortuna_]

Precioso

[taliesim]

Tranquila, a mi me encanta leerte. Yo pondria los mios, pero son un poco más extensos...

.... algo de eso me pasa a mi.... me atrevo a poner los mas cortos, o los que puedo "acortar" sin que pierdan mucho.... el resto... aquí se quedan... a no ser que los pongamos por capítulos....

[Rowan]

¿Nos los intercambiamos por e-mail?

[taliesim]

ok!!!

[Monte]

Precioso, abuelita cebolleta