consejos para introducir a un bebe en la manada
consejos para introducir a un bebe en la manada
Hola y feliz navidad.
debido a mi proxima paternidad, estoy recopilando informacion sobre como introducir al bebe en la manada. teneis algunos consejos?? como lo hariais vosotros.
Yo de momento y mientras que el bebe este en el hospital, voy a ponerle trapitos en la cuna para que cojan el olor y en casa dejarle esos trapitos a las perras en los nidos a la hora de dormir, tambien he pensado en dejar que lo huelan y que le chupeteen los pies cuando venga a casa.
que mas consejillos me podeis dar??? y lo que es mas dificil todavia, como hacer que el bebe sea el nuevo lider de la manada??
gracias de antemano y feliz navidad
debido a mi proxima paternidad, estoy recopilando informacion sobre como introducir al bebe en la manada. teneis algunos consejos?? como lo hariais vosotros.
Yo de momento y mientras que el bebe este en el hospital, voy a ponerle trapitos en la cuna para que cojan el olor y en casa dejarle esos trapitos a las perras en los nidos a la hora de dormir, tambien he pensado en dejar que lo huelan y que le chupeteen los pies cuando venga a casa.
que mas consejillos me podeis dar??? y lo que es mas dificil todavia, como hacer que el bebe sea el nuevo lider de la manada??
gracias de antemano y feliz navidad
- taliesim
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saludos!!
en mi caso, nosotros llevamos el p`rimer pañal de mi hija a casa y dejaron que los perros lo olisqueasen, y cuando llegamos a casa, lo mismo, con un poco de control para que no le pisen o casas asi, pero les dejamos en todo moment oacercarse a la niña, lo unico que no les consenti era subirse a la cuna.
pero por lo demas, se subian a la cama cuando la estaba cambiando, estaban a su lado cuando comia, olisqueando cuando la vestiamos, bañabamos...ect.
en mi caso, nosotros llevamos el p`rimer pañal de mi hija a casa y dejaron que los perros lo olisqueasen, y cuando llegamos a casa, lo mismo, con un poco de control para que no le pisen o casas asi, pero les dejamos en todo moment oacercarse a la niña, lo unico que no les consenti era subirse a la cuna.
pero por lo demas, se subian a la cama cuando la estaba cambiando, estaban a su lado cuando comia, olisqueando cuando la vestiamos, bañabamos...ect.
http://patasyzarpas.blogspot.com/
por muy oscura que sea la noche, no tengo miedo. Encontraré el camino en los ojos de mi perro
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- taliesim
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saludos!!
yo creo que todo es cuestion de probar... quiero decir, lo que a mi modo de ver, no hay que hacer, es apartar al perro de bebe.
no dejar que se acerque por temor a que le haga daño, estar en tension cuando se acerca, apartarle de las cosas propias del bebe..... yo creo que eso, crea una especie de distanciamiento, "frustacion" incluso "competicion" en el perro, que no sabe que es eso, ni el lugar que ocupa, pero le ha quitado "protagonismo".....
(no se si me explico bien)
creo que siempre hay que dejar que el perro de casa, se acerque al niño, huela sus cosas, y pueda estar lo mas cerca de el que el.... para ver las reacciones, del perro ya hay tiempo, jamas he visto ni oido que un perro de casa ha atacado a un bebe de la familia, es mas suelen darse sobre todo dos casos:
el primero que el perro acepte y cuide del bebe casi como propio, se vuelva su cuidador....
o que pase totalmente de el, y se acerque en momentos puntuales, (cuando come por ejemplo) a ver si saca "tajada"
quiza alguien tenga otras experiencias....
yo creo que todo es cuestion de probar... quiero decir, lo que a mi modo de ver, no hay que hacer, es apartar al perro de bebe.
no dejar que se acerque por temor a que le haga daño, estar en tension cuando se acerca, apartarle de las cosas propias del bebe..... yo creo que eso, crea una especie de distanciamiento, "frustacion" incluso "competicion" en el perro, que no sabe que es eso, ni el lugar que ocupa, pero le ha quitado "protagonismo".....
(no se si me explico bien)
creo que siempre hay que dejar que el perro de casa, se acerque al niño, huela sus cosas, y pueda estar lo mas cerca de el que el.... para ver las reacciones, del perro ya hay tiempo, jamas he visto ni oido que un perro de casa ha atacado a un bebe de la familia, es mas suelen darse sobre todo dos casos:
el primero que el perro acepte y cuide del bebe casi como propio, se vuelva su cuidador....
o que pase totalmente de el, y se acerque en momentos puntuales, (cuando come por ejemplo) a ver si saca "tajada"
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por muy oscura que sea la noche, no tengo miedo. Encontraré el camino en los ojos de mi perro
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Yo también soy partidaria de que estén juntos, es más, SIEMPRE!
Pero quería saber cual era la manera más aceptable de acercarselo.. vamos el temor a que le muerda es porque es un cachorro de dientes afilados y descontrolados.. por eso no quiero recurrir a lo del pie jajaja
Pero bueno, probaré con la mantita o el pañalito.. en cuanto llegue claro
Pero quería saber cual era la manera más aceptable de acercarselo.. vamos el temor a que le muerda es porque es un cachorro de dientes afilados y descontrolados.. por eso no quiero recurrir a lo del pie jajaja
Pero bueno, probaré con la mantita o el pañalito.. en cuanto llegue claro
- taliesim
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yo creo que el primer pañal, antes de que el bebe llegue a casa, es la mejor opcion, por dos cosas, el perro se acostumbra al olor del nuevo y le despierta curiosidad, en cuanto al acercamiento del cachorro jugueton... pues con un poco mas de prudencia, de hecho mejor que le huela el pie que no la cara... no creo que llegase a echar el diente, pero si lo hace, mejor que le deje una heridita (si llega el caso) en el pie que en la cara...
yo le hablaria con mucha suavidad al cachoorro, esperaria a que se calmase (por los nervios) y despues ya dejaria que bajo supervision se le acercase a oler... y asi unos dias, dejando siempre con control humano que se acerque cada vez mas rato (si es que el cachorro quiere) que quiza le ignore.....
yo le hablaria con mucha suavidad al cachoorro, esperaria a que se calmase (por los nervios) y despues ya dejaria que bajo supervision se le acercase a oler... y asi unos dias, dejando siempre con control humano que se acerque cada vez mas rato (si es que el cachorro quiere) que quiza le ignore.....
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por muy oscura que sea la noche, no tengo miedo. Encontraré el camino en los ojos de mi perro
por muy oscura que sea la noche, no tengo miedo. Encontraré el camino en los ojos de mi perro
me parece que ya lo he puesto, pero tardo menos en encontrarlo en mi pc
La pregunta del millón es siempre esa de… “Vamos a tener un bebé. ¿Qué hacemos?” Y la respuesta, también invariablemente es, siempre, la misma, si bien adornada con distintos matices dependiendo de las circunstancias.
Pero en esencia mi consejo no puede ser otro que asegurarse de que el perro, que de repente se ve destronado después de haber adquirido con sus gracias, con su lealtad, su compañerismo, su carácter bonachón y tranquilo, el estatus de “Rey de la Casa” durante todo el tiempo que ha durado esa especie de “mènage a trois”, no se sienta más fuera de lugar de lo realmente imprescindible. Es decir, que no se vea totalmente relegado ni ignorado. Que continúe sintiéndose “parte de” esa familia a la que ha llegado a pertenecer con todas las de la Ley.
Felizmente, para todos los implicados, un embarazo dura nueve meses y por lo tanto, los propietarios van a tener tiempo más que suficiente para prepararlo todo, teniendo por “todo” no sólo el ajuar del bebé y su habitación sino también para afrontar con la necesaria antelación cómo habrá de ser desde el primer día la relación de su querido peludo con su ansiado hijo.
Y por tanto no hay, no puede haberlas, excusas validas para justificar que las cosas no se hagan bien desde el principio. Como tampoco las hay para pensar que la llegada del bebé tenga que significar desprenderse de ése otro bebé eterno de cuatro patas que ha sido y continuará siendo.
Lo primero a tener en cuenta es que un perro sano es un perro que no planteará ninguna preocupación añadida a los propietarios y por lo tanto es importante hacer una visita al Veterinario y desparasitar y luego revacunar convenientemente a nuestro perro. Y luego continuar desparasitándole regularmente, cada tres meses, durante todo el resto del embarazo y también, posteriormente, mientras el niño crece. De esta forma estaremos seguros de que el no represente riesgo alguno para el pequeño.
Luego vienen toda otra serie de consideraciones que hay que hacerse con tiempo y previsión. “¿Cómo de educado es?” “¿Acata fácilmente las órdenes?” “¿Se sienta, se tumba, acude a la llamada, presto, cuando se le pide que lo haga?” Lo ideal es que se conteste que es un portento de educación pero… con la mano en el corazón, hagamos de nuevo esas preguntas y seamos totalmente sinceros. “¿De verdad es el perro ideal, el modelo perfecto de obediencia?”
Si no lo es, tenemos unos cuántos meses por delante para ponernos y ponerle las pilas; buscar un adiestrador experto (mi consejo no es que se le lleve a una escuela y se le deje allí uno o dos meses a merced de los educadores, sino que sea el educador quien venga a casa y, juntos, el perro, los dueños y él, hagan los deberes en casa, en la calle y en el parque) y asegurarnos de que se convierta definitivamente en ese perro casi perfecto que responde a la orden inmediatamente y de forma contundente.
Ahora viene la segunda cuestión… “¿Es excesivamente posesivo con sus juguetes, su hueso, su comida, su cama, su caseta?” “¿Ha hecho amago, alguna vez, de morder a algún niño o a algún adulto, cualquiera que fuera la situación y la motivación?” “¿Tiene tendencia a perseguir cualquier cosa que se mueva, sea persona, gato, pájaro o moto, bicicleta, pelota, etc.?” Porque si lo es, si a alguna de estas cuestiones se contesta con un “sí”, también hay que ponerle remedio y cuánto antes. Y para ello hemos de confiar en ese educador que, de la misma manera que le ha enseñado a ser obediente, sabrá y podrá corregir los “desmanes” para asegurarse de que el carácter excesivamente dominante –porque eso es lo que es—de nuestro perro quede suficientemente tamizado y bajo el necesario control. Porque lo que se pretende es que el perro aprenda cuál es su lugar en la familia, lo acate y lo acepte y no tenga por qué representar ningún problema en el futuro.
Con todos estos datos en mente, ya sólo hay que ponerse manos a la obra. Y esperar al dulce acontecimiento con la tranquilidad de las cosas bien hechas.
Luego, cuando el bebé nazca habrá que usar una serie de pequeños trucos que servirán para que el perro acepte de buen grado al recién llegado y no sólo eso, sino que lo asuma como uno más de “su” familia, de “su” manada, respetándole, queriéndole y protegiéndole como lo haría con su propia prole.
Pasarán los años y el niño aprenderá a caminar agarrado al rabo de nuestro perro cual taca-taca. Se sentará al lado suyo mientras come y le robará inocentemente alguna bolita del plato como si tal cosa; hará los deberes, cuando crezca un poco más, mientras el dormita a su lado feliz y la relación será mágica, porque además se convertirá en el mejor confidente, aquél que escuchará todas las pequeñas historias, moviendo el rabo y mirando con dulzura a “su” niño. Y éste, cuando se haga mayor guardará un recuerdo imborrable y especial de aquél que fuera, en la infancia, su mejor y más fiel amigo.
Así sea.
Un perro sano es aquél que no representa problemas ni para la madre ni para el bebé; por lo tanto, ante la perspectiva de un embarazo, habrá que ponerle al día de vacunas y seguir un programa de desparasitaciones trimestrales perfectamente planificado. Para ello, lo mejor es acudir al Veterinario y seguir sus consejos.
Tras el nacimiento del bebé y antes incluso de que llegue a casa, lo ideal es que el perro tenga acceso y pueda olisquear (y lamer) libremente alguno de los primeros pañales del niño y, también, sus patucos y su ropita. Esta tarea incumbirá al feliz papá que habrá de llevar a casa todo esto y presentárselo al perro para que se familiarice con el olor del recién nacido, creando así el primer vínculo.
Esto, que parece un poco asqueroso, tiene mucho que ver con los más atávicos y primitivos instintos de los cánidos que desde siempre han utilizado el olfato como herramienta para el “bonding” o vinculación afectiva y emocional con su prole y demás congéneres de la manada.
Cuando el bebé llega a casa es esencial que el perro pueda verle y tocarle con su hocico. Para ello lo ideal es que se deposite al recién nacido en el suelo y se permita al animal acercarse, olfatearle e incluso lamerle los pies, dado que desprenden un olor muy fuerte y característico que conciliará al rey de la casa con su competidor.
Esto hay que hacerlo sin nervios ni aspavientos y por lo tanto es preferible que no haya delante más que el padre y la madre y que mientras ella le “ofrece” al niño, él tranquilice al perro por su comportamiento amigable a la par que curioso. Palabras de ánimo del tipo de “buen chico, Bobby”, “Muy bien,Bobby”, “mira qué lindo bebé, Bobby” le harán sentirse relajado, tanto como gestos suaves y relajados.
En los días y semanas posteriores, el perro deberá tomar una parte relativamente activa en el cuidado del bebé, entendiendo por tal que no se le aparte bruscamente, no se le encierre en otra habitación, no se le haga de menos. Además habrá que reservar algunos minutos al día para el juego y el paseo, haciéndole sentir que continúa siendo especial y querido. Hacerle partícipe del momento de dar de mamar al bebé o bañarle, permitiéndole que se tumbe cerca es esencial. También, que se acostumbre al llanto del niño y comprenda que nadie se pone nervioso porque llore y él tampoco debe hacerlo.
Machos castrados y hembras esterilizadas son por lo general animales más sumisos y gentiles en el contacto diario con el ser humano, tanto como con otros congéneres. Por lo tanto sería una buena práctica esterilizar o castrar al amigo peludo en los meses previos al parto. Esto, además de beneficioso para la convivencia familiar, lo es para la salud del animal dado que previene la aparición de infecciones del aparato urogenital y tumores de próstata, mama, útero y ovarios.
MUY IMPORTANTE
Incluso el perro más afable y cariñoso puede ver desatado su instinto predatorio con cualquier pequeño detalle que escapa a nuestra comprensión. Por lo tanto es responsabilidad de los padres y cuidadores de bebés y niños pequeños asegurarse de que el perro NUNCA
SI vas a cambiar algo en el comportamiento del perro, prohbirle la entrada a algunas habitaciones, etc...hazlo mucho antes de la llegada del bebe, ara que no lo asocie con el
Tienes mas informacion en mi web, en el apartdado articulos
La pregunta del millón es siempre esa de… “Vamos a tener un bebé. ¿Qué hacemos?” Y la respuesta, también invariablemente es, siempre, la misma, si bien adornada con distintos matices dependiendo de las circunstancias.
Pero en esencia mi consejo no puede ser otro que asegurarse de que el perro, que de repente se ve destronado después de haber adquirido con sus gracias, con su lealtad, su compañerismo, su carácter bonachón y tranquilo, el estatus de “Rey de la Casa” durante todo el tiempo que ha durado esa especie de “mènage a trois”, no se sienta más fuera de lugar de lo realmente imprescindible. Es decir, que no se vea totalmente relegado ni ignorado. Que continúe sintiéndose “parte de” esa familia a la que ha llegado a pertenecer con todas las de la Ley.
Felizmente, para todos los implicados, un embarazo dura nueve meses y por lo tanto, los propietarios van a tener tiempo más que suficiente para prepararlo todo, teniendo por “todo” no sólo el ajuar del bebé y su habitación sino también para afrontar con la necesaria antelación cómo habrá de ser desde el primer día la relación de su querido peludo con su ansiado hijo.
Y por tanto no hay, no puede haberlas, excusas validas para justificar que las cosas no se hagan bien desde el principio. Como tampoco las hay para pensar que la llegada del bebé tenga que significar desprenderse de ése otro bebé eterno de cuatro patas que ha sido y continuará siendo.
Lo primero a tener en cuenta es que un perro sano es un perro que no planteará ninguna preocupación añadida a los propietarios y por lo tanto es importante hacer una visita al Veterinario y desparasitar y luego revacunar convenientemente a nuestro perro. Y luego continuar desparasitándole regularmente, cada tres meses, durante todo el resto del embarazo y también, posteriormente, mientras el niño crece. De esta forma estaremos seguros de que el no represente riesgo alguno para el pequeño.
Luego vienen toda otra serie de consideraciones que hay que hacerse con tiempo y previsión. “¿Cómo de educado es?” “¿Acata fácilmente las órdenes?” “¿Se sienta, se tumba, acude a la llamada, presto, cuando se le pide que lo haga?” Lo ideal es que se conteste que es un portento de educación pero… con la mano en el corazón, hagamos de nuevo esas preguntas y seamos totalmente sinceros. “¿De verdad es el perro ideal, el modelo perfecto de obediencia?”
Si no lo es, tenemos unos cuántos meses por delante para ponernos y ponerle las pilas; buscar un adiestrador experto (mi consejo no es que se le lleve a una escuela y se le deje allí uno o dos meses a merced de los educadores, sino que sea el educador quien venga a casa y, juntos, el perro, los dueños y él, hagan los deberes en casa, en la calle y en el parque) y asegurarnos de que se convierta definitivamente en ese perro casi perfecto que responde a la orden inmediatamente y de forma contundente.
Ahora viene la segunda cuestión… “¿Es excesivamente posesivo con sus juguetes, su hueso, su comida, su cama, su caseta?” “¿Ha hecho amago, alguna vez, de morder a algún niño o a algún adulto, cualquiera que fuera la situación y la motivación?” “¿Tiene tendencia a perseguir cualquier cosa que se mueva, sea persona, gato, pájaro o moto, bicicleta, pelota, etc.?” Porque si lo es, si a alguna de estas cuestiones se contesta con un “sí”, también hay que ponerle remedio y cuánto antes. Y para ello hemos de confiar en ese educador que, de la misma manera que le ha enseñado a ser obediente, sabrá y podrá corregir los “desmanes” para asegurarse de que el carácter excesivamente dominante –porque eso es lo que es—de nuestro perro quede suficientemente tamizado y bajo el necesario control. Porque lo que se pretende es que el perro aprenda cuál es su lugar en la familia, lo acate y lo acepte y no tenga por qué representar ningún problema en el futuro.
Con todos estos datos en mente, ya sólo hay que ponerse manos a la obra. Y esperar al dulce acontecimiento con la tranquilidad de las cosas bien hechas.
Luego, cuando el bebé nazca habrá que usar una serie de pequeños trucos que servirán para que el perro acepte de buen grado al recién llegado y no sólo eso, sino que lo asuma como uno más de “su” familia, de “su” manada, respetándole, queriéndole y protegiéndole como lo haría con su propia prole.
Pasarán los años y el niño aprenderá a caminar agarrado al rabo de nuestro perro cual taca-taca. Se sentará al lado suyo mientras come y le robará inocentemente alguna bolita del plato como si tal cosa; hará los deberes, cuando crezca un poco más, mientras el dormita a su lado feliz y la relación será mágica, porque además se convertirá en el mejor confidente, aquél que escuchará todas las pequeñas historias, moviendo el rabo y mirando con dulzura a “su” niño. Y éste, cuando se haga mayor guardará un recuerdo imborrable y especial de aquél que fuera, en la infancia, su mejor y más fiel amigo.
Así sea.
Un perro sano es aquél que no representa problemas ni para la madre ni para el bebé; por lo tanto, ante la perspectiva de un embarazo, habrá que ponerle al día de vacunas y seguir un programa de desparasitaciones trimestrales perfectamente planificado. Para ello, lo mejor es acudir al Veterinario y seguir sus consejos.
Tras el nacimiento del bebé y antes incluso de que llegue a casa, lo ideal es que el perro tenga acceso y pueda olisquear (y lamer) libremente alguno de los primeros pañales del niño y, también, sus patucos y su ropita. Esta tarea incumbirá al feliz papá que habrá de llevar a casa todo esto y presentárselo al perro para que se familiarice con el olor del recién nacido, creando así el primer vínculo.
Esto, que parece un poco asqueroso, tiene mucho que ver con los más atávicos y primitivos instintos de los cánidos que desde siempre han utilizado el olfato como herramienta para el “bonding” o vinculación afectiva y emocional con su prole y demás congéneres de la manada.
Cuando el bebé llega a casa es esencial que el perro pueda verle y tocarle con su hocico. Para ello lo ideal es que se deposite al recién nacido en el suelo y se permita al animal acercarse, olfatearle e incluso lamerle los pies, dado que desprenden un olor muy fuerte y característico que conciliará al rey de la casa con su competidor.
Esto hay que hacerlo sin nervios ni aspavientos y por lo tanto es preferible que no haya delante más que el padre y la madre y que mientras ella le “ofrece” al niño, él tranquilice al perro por su comportamiento amigable a la par que curioso. Palabras de ánimo del tipo de “buen chico, Bobby”, “Muy bien,Bobby”, “mira qué lindo bebé, Bobby” le harán sentirse relajado, tanto como gestos suaves y relajados.
En los días y semanas posteriores, el perro deberá tomar una parte relativamente activa en el cuidado del bebé, entendiendo por tal que no se le aparte bruscamente, no se le encierre en otra habitación, no se le haga de menos. Además habrá que reservar algunos minutos al día para el juego y el paseo, haciéndole sentir que continúa siendo especial y querido. Hacerle partícipe del momento de dar de mamar al bebé o bañarle, permitiéndole que se tumbe cerca es esencial. También, que se acostumbre al llanto del niño y comprenda que nadie se pone nervioso porque llore y él tampoco debe hacerlo.
Machos castrados y hembras esterilizadas son por lo general animales más sumisos y gentiles en el contacto diario con el ser humano, tanto como con otros congéneres. Por lo tanto sería una buena práctica esterilizar o castrar al amigo peludo en los meses previos al parto. Esto, además de beneficioso para la convivencia familiar, lo es para la salud del animal dado que previene la aparición de infecciones del aparato urogenital y tumores de próstata, mama, útero y ovarios.
MUY IMPORTANTE
Incluso el perro más afable y cariñoso puede ver desatado su instinto predatorio con cualquier pequeño detalle que escapa a nuestra comprensión. Por lo tanto es responsabilidad de los padres y cuidadores de bebés y niños pequeños asegurarse de que el perro NUNCA
SI vas a cambiar algo en el comportamiento del perro, prohbirle la entrada a algunas habitaciones, etc...hazlo mucho antes de la llegada del bebe, ara que no lo asocie con el
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Pues me he sentido algo ofendida con el texto.. será que estoy muy sensible.
Ha sido como leer : TÚ NUEVA MADRE SUPRERPROTECOTRA QUE CREE QUE SU HIJO ES UN SER DIVINO DE CRISTAL, DEJA LA MOTIVACION DE HABER DADO LA VIDA Y CENTRATE AHORA MISMO EN EL PERRO, AUNQUE TENGAS SUEÑO Y TUS PECHOS SEAN 2 ZEPELINES.. SI EL PERRO ES NERVIOSO O TRAVIESILLO, ES PORQUE ES UN MALEDUCAO, HALA GASTATE LA PASTA EN REEDUCARLO, AUNQUE TENGA 3 MESES! Y TAL Y TAL.
Pero bueno, la intención del texto, aunque colmado de sarcasmo, es lo importante..
PD: Ya os digo, no lo tomo en serio, no me lo toméis a mí, pero necesitaba expresarlo.. :S
Ha sido como leer : TÚ NUEVA MADRE SUPRERPROTECOTRA QUE CREE QUE SU HIJO ES UN SER DIVINO DE CRISTAL, DEJA LA MOTIVACION DE HABER DADO LA VIDA Y CENTRATE AHORA MISMO EN EL PERRO, AUNQUE TENGAS SUEÑO Y TUS PECHOS SEAN 2 ZEPELINES.. SI EL PERRO ES NERVIOSO O TRAVIESILLO, ES PORQUE ES UN MALEDUCAO, HALA GASTATE LA PASTA EN REEDUCARLO, AUNQUE TENGA 3 MESES! Y TAL Y TAL.
Pero bueno, la intención del texto, aunque colmado de sarcasmo, es lo importante..
PD: Ya os digo, no lo tomo en serio, no me lo toméis a mí, pero necesitaba expresarlo.. :S
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minisiya, esas hormonas te juegan muy malas pasadas!!!!!
no seas tan sensible, dentro de unos dias cuando releas el texto de baudin veras que no tiene nada de ironico, ni reporbatorio para las mamas y papas primerizos.. si no todo lo contrario, es un texto, aclaratorio de todas esas pequeñas dudas que cuando se tiene un hijo por primewra vez se plantean.... y en cuanto a lo de tener el perro totalmente equilibrado y adiestrado para cualquier situacion (vale tu nena es una cachorrita) es que es algo que yo doy por hecho y por eso no lo recalco en mis recomendaciones.
quiero decir, que si cualquier persona que va a tener un bebe, no tiene muy claro, cómo va a reaccionar su perro ante cualquier situacion (siempre se nos puede escapar algo), pero si no estas seguro de que vas a presentar a tu hijo y el perro no le va a plantar un bocado... eso es porque la base de la relacion persona-perro (no me gusta amo-perro) no esta muy bien establecida.
en tu caso la cachorrita es pequeña, pero tu sabes que la estas consintiendo cosas que en otras circustancias no harias, de todos modos yo creo que lo haras estupendamente, con paciencia y teniendo en cuenta que durante un tiempo aun con el mejor perro del mundo, es mejor no dejar solos al bebe y el perro ya que puede ocurrir un acontecimiento que se nos escapa de control (el niño muerde el morro al perro que esta dormido y el perro entre sueños reacciona dando un bocado a eso que le muerde, por ejemplo)
por otro lado baudin no puedo mas que descubirme ante tan buen articulo.
no seas tan sensible, dentro de unos dias cuando releas el texto de baudin veras que no tiene nada de ironico, ni reporbatorio para las mamas y papas primerizos.. si no todo lo contrario, es un texto, aclaratorio de todas esas pequeñas dudas que cuando se tiene un hijo por primewra vez se plantean.... y en cuanto a lo de tener el perro totalmente equilibrado y adiestrado para cualquier situacion (vale tu nena es una cachorrita) es que es algo que yo doy por hecho y por eso no lo recalco en mis recomendaciones.
quiero decir, que si cualquier persona que va a tener un bebe, no tiene muy claro, cómo va a reaccionar su perro ante cualquier situacion (siempre se nos puede escapar algo), pero si no estas seguro de que vas a presentar a tu hijo y el perro no le va a plantar un bocado... eso es porque la base de la relacion persona-perro (no me gusta amo-perro) no esta muy bien establecida.
en tu caso la cachorrita es pequeña, pero tu sabes que la estas consintiendo cosas que en otras circustancias no harias, de todos modos yo creo que lo haras estupendamente, con paciencia y teniendo en cuenta que durante un tiempo aun con el mejor perro del mundo, es mejor no dejar solos al bebe y el perro ya que puede ocurrir un acontecimiento que se nos escapa de control (el niño muerde el morro al perro que esta dormido y el perro entre sueños reacciona dando un bocado a eso que le muerde, por ejemplo)
por otro lado baudin no puedo mas que descubirme ante tan buen articulo.
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por muy oscura que sea la noche, no tengo miedo. Encontraré el camino en los ojos de mi perro