Lo que me hizo sufrir ayer por la noche.
Me fuí a leer a la cama, como cada día, se subió y al rato bajó y se tumbó en el suelo, al lado de la mesita de noche. La cojo, la pongo otra vez a mi lado y al rato vuelve a bajar y esta vez se tumba en un rincón. Yo ya paranoico perdido, ¿se abrá tragado algún hueso y le dolerá? Venga a palparle la barriga y ella mirándome (¿Que narices le pass a este ahora?)
La bajo al comedor y le digo a Montse que está rara (la perra, no Montse). Me gano la bronca. Le digo que se la quede abajo y la vigile.
Cuando sube Montse, sube también lluna, pega un brinco, se arrima a mi espalda como siempre y se queda sobadísima hasta esta mañana.
Y yo sufriendo por si tenía un hueso clavado


Lo que yo te digo, a la próxima, cianuro.