A este precioso cruce de podenco, de color blanco, lo encontramos solo, triste, vagando por las calles, y seguramente buscando al amo que le había abandonado. Lo más duro y lo más maravilloso de los perros es que son fieles hasta el fin, sin importarles no recibir nadaa cambio. Les pegan, les maltratan, les privan de alimento y agua, les explotan, les abandonan, pero ellos son felices con una caricia. Los perros de caza son un claro ejemplo de esto. ¿No crees que se merezcan una vida mejor? Nuestro amigo te ofrecerá todo lo que tiene y comprobarás lo feliz y lleno que te sentirás al compartir la vida con un ser como él. ¿No quieres comprobarlo?
Para mas información: www.ciudadanimal.org