Ya sea porque no valen, o porque son viejos, enfermos o están heridos, todos los años antes y después de la temporada de caza recogemos innumerables perros abandonados por sus dueños. Si algo caracteriza a los perros catalogados como “de caza” es su lealtad a sus amos, pero muchas veces no son pagados con la misma moneda. Ángel Y Bertín son dos ejemplos. Angel tiene mas o menos un año y Bertín unos 3 y unos ojos impresionantes, están sanos, son alegres, juguetones, preciosos y muy cariñosos, pero esto no ha sido valorado por sus amos. Seguramente no sabían cazar y por eso han sido “desechados” Ahora buscan una vida como compañeros y amigos no como simples herramientas. Para mas información: www.ciudadanimal.org
Este es Angel:
Este es Bertín