ENTRENAMIENTO Y TRAUMATISMOS

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popeye
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ENTRENAMIENTO Y TRAUMATISMOS

Mensaje por popeye »

entrenamiento traumatismos



Durante el entrenamiento, el perro esta expuesto a la aparición de lesiones osteoarticulares. Los traumatismos articulares pueden ser violentos y suelen dar lugar a inflamaciones articulares. Se diferencian dos tipos de traumatismos:



Los traumatismos cerrados y los traumatismos abiertos. Los traumatismos cerrados se producen sin ruptura de la cápsula articular ni efracción cutánea; cuando ejercen una acción directa provocan contusiones articulares, asociadas o no con fracturas articulares, y cuando la acción es indirecta, esguinces o luxaciones. Los traumatismos abiertos presentan una solución de continuidad entre el exterior y la cavidad articular. Los perros sometidos a una actividad intensa están sometidos con mayor frecuencia a microtraumatismos, que se van acumulando progresivamente y de manera insidiosa. En los perros de deporte, los esfuerzos son muy intensos y numerosos, pudiendo dar lugar a una degeneración progresiva del cartílago articular, favoreciendo la aparición de la artrosis. A menudo el único síntoma es el dolor.

Ruptura de los ligamentos cruzados.

Se trata de un esguince grave de la rodilla. El ligamento cruzado craneal estabiliza la articulación de la rodilla en rotación interna. Cuando se produce la rotura, ya sea como consecuencia de una hiperextensión brusca o en una caída en rotación, observamos un movimiento de cajón anterior de la tibia.


La ruptura del ligamento cruzado craneal se traduce en una supresión total y súbita del apoyo del miembro posterior afectado. La artrosis aparece muy rápidamente.


El tratamiento de elección es la intervención quirúrgica.



Lesiones meniscales.

Las lesiones de meniscos ( láminas de cartílago situadas en la articulación de la rodilla) rara vez se producen aisladas. Están asociadas en la mayor parte de los casos con una inestabilidad articular, debida a la ruptura de un ligamento cruzado. El menisco medial está más expuesto a lesiones que el menisco lateral, debido a que sus uniones ligamentosas lo hacen relativamente inmóvil. Cuando se produce una ruptura de un ligamento cruzado anterior, la rotación interna de la tibia con respecto al fémur aumenta, aplastando el menisco interno. El desgaste anormal puede originar una arrancamiento del menisco. Además, los elementos unidos al cuerno caudal pueden ser arrancados, lo que permite que el menisco se retraiga. Las lesiones meniscales también pueden estar asociadas con heridas multiligamentosas.
Para establecer el diagnóstico definitivo se puede recurrir a la ecografía, la artrotomía exploradora o la artroscopia.

Esguinces

Los esguinces son traumatismos cerrados, debidos a la ejecución de un movimiento que va más allá de los límites fisiológicos de la articulación. Se caracterizan por una alteración de las estructuras de contención de la articulación, provocada por movimientos de torsión exagerados o contracciones musculares violentas. La fatiga, un defecto de aplomo, un terreno irregular o un entrenamiento mal realizado pueden favorecer su aparición.
El esguince benigno consiste en la elongación de un ligamento. Los casos más graves asocian la ruptura completa de los elementos ligamentosos con lesiones óseas o cartilaginosas.
El perro presenta entonces una supresión de apoyo, debido al dolor, acentuado por la contractura refleja de los músculos adyacentes.
Los esguinces benignos tienen un buen pronóstico y pueden curar espontáneamente o mediante una simple inmovilización. En cambio los esguinces graves pueden dejar secuelas en ausencia de tratamiento quirúrgico.

Artritis séptica abierta.

Una de las complicaciones más graves de una herida articular. La acción de gérmenes patógenos, consecutiva a un traumatismo, determina una inflamación aguda de los tejidos articulares.
En la evolución de una artritis séptica abierta se pueden diferencias cuatro etapas:
La llamada fase de latencia, durante la cual el perro no presenta ningún signo clínico , precede a la fase inflamatoria aguda, comparable a la evolución de una abceso. La membrana y el líquido sinovial se modifican; el volumen y la viscosidad de este último aumentan y su reabsorción se hace anormal. La supuración se produce durante la fase inflamatoria aguda. El liquido sinovial purulento no es apto para nutrir el cartílago y se desprenden fragmentos de éste. Se produce una proliferación celular de la membrana sinovial, lo que conduce progresivamente a un tabicamiento de la articulación que favorece la acumulación de pus. La hipersecreción de pus ejerce presión sobre los tejidos vecinos. El pus se evacua a través de las fístulas y de la herida inicial, alcanzando progresivamente el hueso, desprendiendo el periostio y produciendo luego osteomielitis.

La fase inflamatoria crónica produce cambios estructurales secundarios, tales como la osificación de las proliferaciones de la membrana sinovial, lo que conduce a la destrucción de la articulación.


Estos síntomas locales se acompañan de un deterioro del estado general del perro.

Artrosis.

Esta afección articular no inflamatoria de evolución crónica se caracteriza por manifestaciones dolorosas. La artrosis suele deberse a anomalías de intensidad, de frecuencia o de distribución de las fuerzas biomecánicas. Se trata de fuerzas biomecánicas anormales ejercidas sobre un cartílago inicialmente sano.
La artrosis es invalidante, debido al dolor y a la cojera que provoca, siendo demasíado a menudo incurable y pudiendo solo utilizarse tratamientos paliativos.
Las lesiones cartilaginosas aparecen en primer lugar y se caracterizan por pérdidas de sustancia, seguidas de un desgaste que deja aparecer el hueso subcondral. Las zonas de hueso descubiertas se densifican como reacción a la pérdida de cartílago. En la periferia de la zona cartilaginosa aparentemente intacta, se forman osteofitos (osificación a partir de cartílago nuevamente formado). Estos cambios estructurales se traducen en un desgaste del cartílago, que termina desapareciendo, así como en un acercamiento de las dos epífisis. La membrana sinovial también reacciona y la cápsula articular termina por engrosar y esclerosarse. La evolución de los fenómenos artrósicos se realiza por brotes, siendo por lo tanto irregular. El perro presenta una cojera intermitente, en frío, que se atenúa con el precalentamiento y reaparece con la fatiga. El perro utiliza menos el miembro afectado, lo que origina amiotrofias por falta de utilización de los músculos, y eventualmente, contracturas musculares.

Luxaciones

Las luxaciones se caracterizan por un desplazamiento anormal de las superficies articulares que suele ser permanente. Según el desplazamiento se pueden diferencia varios tipos, las luxaciones completas ( perdida total de contacto articular) y las subluxaciones, según la evolución, las luxaciones recientes y las antiguas y las luxaciones traumáticas y las no traumáticas.
Las luxaciones recientes se deben a un traumatismo violento o a un movimiento forzado, que produce un desplazamiento forzando los limites. El traumatismo origina un desplazamiento, que la contracción muscular refleja acentúa y la contractura mantiene. La cápsula articular, los ligamentos y la membrana sinovial están sistemáticamente rotos o distendidos. Los músculos presentan siempre contracturas.
Los huesos no siempre están lesionados pero, a veces, pueden observarse fracturas intraarticulares, completas o incompletas.
El perro presenta una impotencia funcional, acompañada de una deformación del miembro, dolor a la palpación y movilidad anormal.
Sin tratamiento, se producen cambios estructurales progresivos de la articulación, por llenado de las cavidades y desgaste del cartílago, que conducen a una impotencia funcional definitiva. Una luxación nunca es benigna y las complicación están a la orden del día.
Las luxaciones de las articulaciones estrechas son raras. La rehabilitación, difícil pero muy eficaz
La luxaciones de las articulaciones planas son de fácil rehabilitación.
Las luxaciones de las articulaciones coxofemorales constituyen un caso intermedio.
La contención de la articulación se obtiene mediante la aplicación de vendajes o implantes. Las luxaciones antiguas presenta síntomas mas vagos. Las cavidades articulares se rellenan, debido a la formación de un tejido fibroso y a cambios óseos regenerativos, y los músculos adyacentes se retraen.

Luxaciones de la rótula.

En las razas grandes, pueden ser tanto mediales como laterales.

Pueden ser según la gravedad:

Luxación ocasional.
Luxación mas frecuente, que se reduce espontáneamente.
Luxación mas frecuente pero requiere reducciòn manual.
Luxación permanente, irreducible.

Durante el estado de luxación, el perro no apoya el miembro afectado.
El pronostico para los tres primeros tipos suele ser bueno, siempre que no haya artrosis asociada, siendo mas reservado para la luxación permanente, debido a las deformaciones òseas a las que va asociada.

Contusiones óseas.

Son afecciones traumáticas del tejido òseo, sin efracción cutánea ni solución de continuidad del hueso.
Localmente, se genera un proceso inflamatorio agudo, acompañado de calor, tumefacción y enrojecimiento.
Si el choque ha sido moderado, el hueso es poco reactivo y la cojera puede pasar desapercibida. Si el choque es intenso o repetido conduce a una osteitis traumática simple. Esta comienza por una fase de desmineralización localizada, que debilita el hueso, seguida de la reconstrucción del tejido òseo, cuando disminuye la inflamación.

Fracturas.

La fractura es la ruptura de un elemento del esqueleto óseo o cartilaginoso.
Se acompaña de daño en los tejidos blandos adyacentes. Las facturas son producidas por un traumatismo, ya sea externos o interno.
La fractura puede producirse debido a un impacto directo, en cuyo caso el hueso se quiebra en la zona del punto de impacto. La mayoría de las veces, la fractura es simple transversa u oblicua. Si el choque es violento se forman varias astillas y se habla entonces de fractura conminuta.
Se llama fractura por choque indirecto a una fractura situada en una zona diferente al punto de impacto.

Fracturas simples

Cuando la factura es completa, los dos fragmentos pueden desplazarse uno con respecto al otro, debido a las contracturas musculares reflejas o a un choque muy violento.
Los tejidos blandos sufren lesiones, consecutivas a los traumatismos, pero también, determinadas por los fragmentos óseos, muy cortantes. El periostio puede despegarse o desgarrarse, los músculos y nervios peden ser seccionados o aplastados. Las lesiones vasculares, sistemáticas, determinan la aparición de un hematoma fracturario. Si además, el revestimiento cutáneo se interrumpe, la fractura se llama abierta y el pronostico es mas grave.

Fracturas abiertas

El foco de fractura se comunica con el exterior a través de un orificio, que incluso puede ser mínimo. Los traumatismos son la principal causa de fracturas abiertas. Existen dos mecanismos de formación:
Del interior hacia el exterior ( los fragmentos óseos perforan la piel), o del exterior hacia el interior ( la fractura es el resultado de la acción de un agente cortante).
Los primeros cuidados son idénticos a los de la fractura reciente, desinfección y tratamiento de la herida, irrigación del foco de fractura y extracción de todas la astillas desvascularizadas.

Fracturas articulares

Se trata de fracturas en las cuales la línea de fractura termina en la articulación. La reducción de la fractura debe ser perfecta, por lo que es necesario intervenir muy rápidamente. La inmovilización rápida de la articulación favorece la recuperación.

Facturas de esfuerzo o de fatiga.

El perro de deporte puede sufrir fracturas de fatiga, que suelen producirse en el metacarpo y el metatarso. La estructura de los huesos, expuesta a una actividad intensa, se deteriora. Se observa una cojera después del entrenamiento o del trabajo y una disminución de la carga del miembro afectado. Esta cojera puede persistir durante 3 o mas días, tanto mas tiempo cuanto mayor sea la fatiga del hueso.

El hueso se rompe después de periodos transitorios de cojera, cuya intensidad aumenta cada vez.
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popeye escribió:ESTE SI :plas: LOS DEMAS :baba: :sleep:
ajajajaj

A ver si tengo tiempo que me tengo que ir dentro de ná...
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