pobre animal. Yo no tengo ni palabras. Si la vida fuera justa lo lógico sería el diente por diente, o mejor palo por palo en los mismisimos de los que le han hecho esto.
A ver si tiene suerte en los años que le quedan por vivir, y es feliz con personas sensibles y normales.
Suerte pudo ser rescatado por una voluntaria de Arca de Noé de Sevilla, y fue trasladado a un centro veterinario donde empezaron las curas de las heridas provocadas por golpes y mordiscos. Al no haber casa de acogida para él fue trasladado a una residencia.
Y allí Suerte se deja morir. Ha pasado de mover el rabo cuando veía a la gente en la clínica veterinaria a ser un perro triste que no tiene nada que le haga seguir luchando. Necesita un hogar donde le den los cuidados y mimos que necesita para recuperarse de las heridas físicas, pero también de las psicológicas. Dado su estado, suerte no puede viajar, por lo que este hogar mágico para él debe estar cerca de Sevilla.
1 millón de animales abandonados
1 millón de razones para no comprar
1 millón de razones para adoptar