que pasó por allí una patrulla de la Guardia Civil y eran agentes concienciados y la rescataron.
Ahora la pequeña Princesa está en una casa de acogida calentita recuperándose poco a poco. Pero lo que ella necesita de verdad es una buena familia que cuide de ella para siempre.
Princesa al principio tiene miedo, seguro que le han pegado aun siendo
tan pequeña porque levantas la mano y agacha la cabeza como esperando
que le den. Pero cuando ve que ya no hay peligro, que solo son caricias, es muy cariñosa y mimosa y te lame con timidez la mano.
Ésta pequeña a pesar de ser de raza y tan jovencita ya ha sufrido
mucho así que sólo está disponible para personas realmente concienciadas, humanas y que vayan a responsabilizarse de cuidarla durante el resto de su vida.
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