Dos catetos bañándose en la playa de Tarifa y uno le pregunta al otro:
- Compadre, ¿este viento es poniente o levante?
Y el otro le responde:
- Ni idea, pero el mojón va para ti.
En el AVE, una mujer trata de dar el pecho a su hijo recién nacido. Este, se niega, no quiere, no quiere, no quiere, y la mujer le dice constantemente:
- O te tomas la teta o se la doy a este señor.
Y el niño nada.
- Oye, tómate la teta o se la doy a este señor ¿eh?
Y nada, ni a la de tres.
Se oye por la megafonía: "Din don din... señores pasajeros, próxima estación, Madrid Puerta de Atocha. Última parada. Gracias por viajar con nosotros..."
Entonces, el hombre que viajaba al lado le dice a la señora:
- Perdone, ¿se decide el crío o no? Es que yo me tenía que haber bajado en Puertollano y aquí estoy esperando todavía, a ver qué pasa.
El director de un manicomio estaba examinando a sus pacientes para averiguar cuáles estaban listos para volver a la comunidad.
"Señor Mendoza", el doctor le dice a uno de sus pacientes, "veo que han recomendado que le dé de alta ¿Qué cree que va hacer si es que le dejamos ir?"
El paciente se lo piensa un rato, y luego responde: "Bueno, fui ingeniero en mecánica. Parece ser que es una carrera con salida y puedo ganar bastante dinero. Por otra parte, he pensado escribir una novela sobre mis experiencias aquí en este hospital, lo que es ser paciente aquí. Puede que sea interesante. También pensé volver a la escuela a estudiar historia del arte, que es un tema que me interesa mucho."
El Director asiente con la cabeza y dice, "Sí, me parecen empresas muy interesantes."
El paciente responde:
"Y lo mejor es que en el tiempo que tenga libre puedo seguir siendo una cafetera."
El director del manicomio sale de su oficina y llama a un par de chiflados:
"Ustedes dos, vengan a mi oficina a limpiarla, que después yo los llevaré a tomar unos refrescos".
El director sale y los deja solos, después de 15 minutos regresa a su oficina y observa que uno de los locos está colgando de la lámpara del techo y el otro sigue barriendo.
"¿Oye, qué haces colgado de la lámpara?"
"Es que yo soy la lámpara".
"Bájate, para ir a comprar refrescos", le pide con cautela el director.
Sale de la oficina con el demente, y el que estaba barriendo los sigue. El director lo ve y le pregunta:
"¿Por qué nos sigues? Regresa y sigue barriendo".
"¿Cómo quieres que siga barriendo en un lugar tan oscuro si te llevaste la lámpara?"