Como mi hermana tiene poco tiempo, hace tres o cuatro semanas empecé a llevarme a Boxer a pasear con estos dos. Al empezar a venir él, la mecánica del paseo ha cambiado un poco. Antes íbamos hasta la entrada del campo unas veces andando y otras en coche, pero de cualquiera de las dos maneras salían siempre atados de casa y llegaban atados al campo: no los soltaba hasta que llevábamos un ratito de paseo. Al empezar a venir Boxer, como me volvían loca los tres con las correas y la excitación por salir, empecé a meterlos a los tres en el coche sin atar y, al llegar a la entrada del campo, abría el coche y los dejaba salir sueltos, sin más. Con eso, a los pocos días de empezar con este nuevo sistema, empezaron a salir los tres del coche como tres auténticos mihuras, y se me perdían en el horizonte.
Además, durante el paseo, están mucho más rebeldes. Boxer no, porque es pequeño y va muy pegado a mí, pero los otros dos (Chico a la cabeza seguido por Sira) desaparecen de mi vista cada dos por tres, no vienen cuando los llamo y, cuando vienen, se vuelven a marchar corriendo otra vez. Yo pienso que, como le tengo que dedicar bastante más atención a Boxer que a ellos, ellos lo notan y se aprovechan. Vamos, que han decidido que son autónomos...
He empezado a pasearlos a los dos solos otra vez, cuando se alejan me escondo hasta que se dan la vuelta y vienen, los llamo cada dos por tres para que vengan a donde estoy yo... Parece que da algo de resultado, pero siguen estando más rebeldes que antes de todo este lío.
¿Creéis que sería recomendable que durante un tiempo los paseara por separado, a Chico por un lado y a Sira por otro, para reforzar la obediencia y llamarlos de nuevo al orden? ¿Y luego, cuando ya estén controlados por separado, que empiece a sacarlos a los dos juntos siguiendo las viejas costumbres? ¿Pensáis que puede dar resultado? Es que me tienen un poco harta, la verdad.
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