
Mirad cómo se está poniendo ya la parra del seto. Y todavía tiene que ponerse granate entera. Me chifla.
(Por cierto, la de lo alto de la parra es nuestra Linda en una de sus expediciones de caza. No os fiéis de ese aspecto tan delicado, ni de lo chiquitita que es de tamaño: ¡es mortífera, la tía!)
