
Él no es muy morrongo, pero a veces cuando llegas a casa te recibe con ronroneos y lo que sí le encanta es la compañía femenina. No que le toquen, pero sí que estén ahí y le echen piropos. Sólo si eres chica. Si eres hombre te da la espalda, te mira con desdén y se va a otra habitación.
Lucky se comporta como si fuera el rey de la casa. Come a la vez que yo, el mejor sitio del sofá debe ser para él, si hay que entrar en una habitación hay que cederle el paso y decirle algo bonito, y pobre del que se le ocurra tocar algo que es suyo sin su permiso...Menudo moridisco te puede dar!
Una cosa que le he enseñado es a localizarme bichos. Le digo "¿Dónde está?" y él va por toda la casa caminando con paciencia y sigilo hasta que me lo localiza y me llama para que yo me las entienda con el bicho en cuestión porque claro, no se va él a manchar sus patitas... Menudo señorito remilgado! que como se moje un poco una pata con agua que se me haya caído del fregadero va cojeando por toda la casa hasta que se sienta a limpiarse.
Con respecto a la terraza, mi gato se asoma pero nada más, es muy casero.