No sé si reírme o llorar, y ya me da hasta vergüenza contarlo: mi querida perra, después de casi tres meses para curarle la úlcera del ojo, y casi cargárnosla por el camino con el cloramfenicol, ¡¡se ha hecho una úlcera en el otro ojo!!
Es prácticamente igual a la otra, como si fuera un espejo: mismo sitio, mismo tamaño...

La veterinaria cree que se las hace con la uña del espolón: como tiene esos ojos tan grandes, se le irrita el ojo, ella se rasca "delicadamente" con la pata y, ¡zas!, la úlcera. Eso le pasa por tener ojos de Sofía Loren
Esta vez hemos sacado directamente la artillería pesada: atropina, diclofenaco, gentamicina y suero autólogo. A ver si la liquidamos antes que la otra (suspiro muuuuy hondo).
"Si a tu perro no le gusta una persona, probablemente a ti tampoco debería gustarte."