Me encuentro más o menos en una situación parecida. A veces están jugando y otras durmiendo muy juntos, pegaditos el uno al otro. Lo bueno es que la gatita es muy pequeña, tengo entendido que lo ideal es hasta los 3 meses de edad para fijar su carácter.
Los míos están todo el día jugando y les dejo, no me meto. Solo intercedo cuando algunos se pasa. Me refiero les dejé a su aire, entre ellos solos se iban a entender, pero ahora me tengo que meter "por su seguridad".
El gato ve que puede morder, pues muerde. A veces puedo ver el pellejo de la cara del perro unos 3 centímetros estirados porque el gato tira y tira y el perro, que es un santo, no se queja. Pues eso no lo quiero, corrigo al gato.
El perro cuando se cansa le empieza a gruñir, pues le dejo, porque está genial que use su lenguaje para expresar su descontento por los continuos ataques (el gato es muy pesao) . Pero, a veces ESO que hace Fenris :
usar la boca. Eso no debe hacerlo jamás. No está bien que juegue a hacer presa. Si son animales de mismo tamaño, vale, porque es un juego y no se van a hacer daño, pero como en este caso, no lo son. El perro le puede llegar a hacer daño al gato, por lo que creo que tú y yo tenemos el mismo trabajo.
Por lo demás, pues diviertete! Yo me parto viendolos jugar y hacerse mimitos. Me imagino que cuando el minino crezca pasará del perro, pero de momento si quieren jugar, que jueguen hasta hartarse.
Lo que sí te diría, que no sé si lo haces... es que es ideal tener al gatito encima todo el rato que puedas. Y que se acostumbre a que le puedes coger y soltar siempre que quieras, así no te pondrá pegas cuando sea mayor. Que no tengo ni idea de gatos, es lo que estoy rebuscando por ahí.
Espero que mi mínima experiencia te sirva de algo.
Un abrazo
