En la clínica veterinaria donde ella lleva a Dama está un cachorro de un mes ingresado, mezcla de pastor aleman con american. El dueño lo regala porque su otro perro lo ha atacado ya dos veces.
Última edición por nuriaBogartDana el Sab Sep 24, 2011 9:19 pm, editado 2 veces en total.
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).
CONTACTO: JUAN MIGUEL 649481879. regala esta perrilla y a su hermano. Lo único que pide es que la persona que lo coja, lo cuide bién. No le gustaría darselo a cualquiera para que lo tiren a la calle, o le hagan daño. Es lo único que pide.
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).
Cuando usted abandona un perro porque ya "no le sirve", sus hijos aprenden la lección.
Quizás hagan lo mismo con usted cuando sea un anciano. Piénselo.
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).
Nadie para esta peque, con lo guapa juguetona y mimosa que es........
Venga animarse alguien
Cuando usted abandona un perro porque ya "no le sirve", sus hijos aprenden la lección.
Quizás hagan lo mismo con usted cuando sea un anciano. Piénselo.
Ya se ha quedado los 2 hermanos un chico que conocía el dueño. Se lo ha llevado a una granja y mi vete que la hemos visto hoy de casualidad, según el dueño dice que están allí los dos pequeñajos muy agusto.
Así que ya podeis cerrarlo si quereis.
Cuando usted abandona un perro porque ya "no le sirve", sus hijos aprenden la lección.
Quizás hagan lo mismo con usted cuando sea un anciano. Piénselo.
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).