Bueno la historia es la siguiente (que conste que la cuento para que no le pase a nadie más):
Hace exactamente un año me puse en contacto con XXXX (empresa) para contratar el adiestramiento de dos cachorros mestizos de 4 meses (Nuka y Gus). Nos interesaba un adiestramiento básico, órdenes básicas, dado que íbamos a ser padres en unos meses y queríamos que los perros hubieran aprendido a obedecer ciertas órdenes para que la organización familiar fuera algo más sencilla.
Enseguida se puso en contacto con nosotros YYYY (adiestrador). Nos hizo una visita a domicilio y comprobó que los perros no sufrían de ningún trastorno especial, y nos pasó un presupuesto. El presupuesto exacto fue de 800 euros por perro, con un 50% de descuento el segundo perro y un 10% por haber llegado hasta XXXX por recomendación de un familiar que ha adiestrado a su perro con XXXX en Sevilla. Total (800+400) - 80= 1120 euros a pagar en dos pagos del 50%, uno al principio y otro al final del adiestramiento. Se consideraría que habíamos llegado al final cuando los perros obedecieran a todas las órdenes básicas que constaban en el contrato (sentarse, tumbarse, quieto, junto y llamada).
Al principio acordamos que serían unas dos clases a la semana, y efectivamente la primera semana así fue. A partir de esa semana lo cierto es que siempre había algún problema: si no era un atasco, es que YYYY se iba de viaje, o nos cambiaba una clase a última hora, o estaba enfermo, o le había mordido uno de los muchos perros que le mordieron, sin contar con los días que llovió, la perra estuvo en celo, etc. En principio nosotros estábamos contentos con el trabajo de YYYY, éramos conscientes de que nosotros teníamos que practicar continuamente por nuestra cuenta, pero lo cierto es que llegó un momento en el que éramos afortunados si dábamos 1 clase a la semana.
Llegaron las navidades y YYYY nos comentó que le vendría bien que le hiciéramos el 2º pago del adiestramiento, pero a nosotros en ese momento no nos convenía económicamente y lo retrasamos. Fueron días de tensión porque nos daba apuro negarnos a pagar ese segundo pago pero, en esas fechas, con todos los gastos, no era conveniente, y además empezamos a recelar porque dábamos muy pocas clases y nos parecía bastante poco profesional que, dadas las circunstancias, nos quisiera hacer pagar el 2º pago.
A mediados de Enero no habríamos dado más de 10 clases. En más de 3 meses. Mi embarazo lógicamente se acercaba a su fin y hablamos con YYYY para transmitirle nuestra necesidad de terminar cuanto antes con el adiestramiento porque era muy posible que se me adelantara el parto y los perros lo único que habían aprendido era a sentarse, tumbarse, y quedarse quietos. No atendían al "junto" ni al "ven" y eran las órdenes que más nos interesaba que aprendieran para poder salir a la calle con ellos y el bebé. Incluso le mandamos a YYYY un mensaje al móvil para que planificara más clases para "darle un empujón" al tema cuanto antes. Además hicimos la transferencia del segundo pago del adiestramiento.
Gran error. Nunca volvimos a saber de YYYY. El embarazo estaba avanzadísimo, y llegó un momento en el que ya no llamamos más a YYYY porque en cualquier momento iba a ponerme de parto. A mediados de marzo nació el bebé y unos meses después, en los que nunca YYYY se puso en contacto con nosotros, pensamos en ponernos en contacto con algún responsable XXXX para trasmitir nuestra queja en cuanto al servicio que nos ha prestado este adiestrador en concreto. Como no supimos encontrar a ningún responsable y sólo teníamos los contactos de YYYY no hemos hecho nada hasta ahora.
Consideramos que lo que ha hecho esta persona en nuestro caso en concreto es una estafa en toda regla. Los perros desde luego no aprendieron a obedecer las órdenes que nosotros habíamos contratado, por lo tanto por parte de YYYY y XXXX se ha cometido claramente un incumplimiento de contrato.
Les mandé este correo la semana pasada, ya se que ha pasado mucho tiempo, pero dio la casualidad de que me mandaron publicidad, iba firmada por el director técnico, y me dije, mira un responsable.... Aún estoy esperando claro. Es que todos los numeros que encuentro por ahí son del adiestrador, por eso no habia llamado antes.
En fin, que nos sentimos estafados completamente y que sabemos que lo hemos ido dejando pasar y pasar y pasar pero con la niña se complica un poco la vida

. En cualquier caso nuestro problema con XXXX es subsidiario, claramente el estafador es YYYY. Por lo que si alguno termina con esta empresa pero con otro adiestrador supongo que no debería pasar lo mismo...
Ale, me quedo más a gusto.
Perdón por el taladro!