no es que me hagan mucha gracia los panellets pero esos, aun desechos, tienen una buena pintaaaaaaaaaa
El 70% de los animales que son abandonados muere de tristeza.
Dejan de comer, de beber, se autolesionan. Es su tristeza desgarradora. Es su suicidio.
¡Ayúdales, adóptalos! No fomentes la compra-venta de animales
.
arya escribió:Seguro que están muy buenos, no te preocupes por el aspecto.
Acabarán con otro aspecto....
El 70% de los animales que son abandonados muere de tristeza.
Dejan de comer, de beber, se autolesionan. Es su tristeza desgarradora. Es su suicidio.
¡Ayúdales, adóptalos! No fomentes la compra-venta de animales
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Tiene muy buena pinta!!! Nunca los he probado, seguro que está buenísimos
"Considerar todo cuanto acontece como accidentes o episodios de una novela a la que asistimos no con la atención sino con la vida. Sólo con esa actitud podremos vencer la malicia de los días y los caprichos de los acontecimientos". F. Pessoa.
Esta noche es el "samain" de los celtas, la puerta de la epoca oscura (el invierno) ¡Noche de brujassssss! Yo lo he celebrado llendo a un concierto de Luar na Lubre, y vengo repleta de energia.
¿Cuantos angeles caben en la punta de un alfiler?
Todos los que existen en el universo.
¿Cuantos angeles caben en tu corazon?
Todos los que tu dejes entrar. http://expoacuarelas.blogspot.com
Rowan escribió:Esta noche es el "samain" de los celtas, la puerta de la epoca oscura (el invierno) ¡Noche de brujassssss! Yo lo he celebrado llendo a un concierto de Luar na Lubre, y vengo repleta de energia.
Mis penellets, mejor dicho, lo que quedó de la castañada. Jaguar no te preocupes por el aspecto, seguro que con lo que les pusiste estaban buenísimos. Yo te llevo unos cuantos años de experiencia, los mios son ya los "penellets de la yaya"
Si el médico te dice que hagas ejercicio, consigue un cachorro. Ël se hará cargo de todo el tratamiento.
Ainsssssss panellets qué buena pinta tienen... yo me los comía todos. A mí me gustan los buñuelos de viento sobre todo, los huesitos de santo no demasiado.
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).