joer abrirlos con el nero, con el divx, con el programa que sea para verlo, vamos ya suelen estar listos para ver sin más historias.
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).
Aaaaaah. Es que yo nunca los veo en el ordenador, Nuria (bastantes horas me paso al día delante de este chisme ). Los descargo para pasarlos al dvd y verlos en la tele.
"Si a tu perro no le gusta una persona, probablemente a ti tampoco debería gustarte."
Pues los grabas con el nero todos seguidos y listos para ver en el dvd . Yo es que como tengo tele vieja lo del cable no me funciona, y en CD me acabaría arruinando, grabo las pelis, pero las series no.
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).
Yo lo tengo todo en un disco duro, peliculas y series. el disco lo he enganchado a un tdt, y de ahí a la tele...ahorro espacio y dinero (es que la tele es un poco "carca" y no tiene puertos...
¿Cuantos angeles caben en la punta de un alfiler?
Todos los que existen en el universo.
¿Cuantos angeles caben en tu corazon?
Todos los que tu dejes entrar. http://expoacuarelas.blogspot.com
Rowan escribió:Yo lo tengo todo en un disco duro, peliculas y series. el disco lo he enganchado a un tdt, y de ahí a la tele...ahorro espacio y dinero (es que la tele es un poco "carca" y no tiene puertos...
vamos tu tele como la mía....... que sólo conseguí la imagen en blanco y negro y ya desistí.
El hecho simple de que mi perro me quiere más que yo a él constituye una realidad tan innegable que, cada vez que pienso en ella, me avergüenzo (Konrad Lorenz).
Si, es un poquito anticuada...pantalla plana, pero con euroconectores. Un atraso.
¿Cuantos angeles caben en la punta de un alfiler?
Todos los que existen en el universo.
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Él es tu amigo, tu compañero, tu defensor, tu perro. Tú eres su vida, su amor, su líder. Él será tuyo siempre, fiel y sincero, hasta el último latido de su corazón. A él le debes ser merecedor de tal devoción