Cuando suena el despertador para irme a trabajar, Noah se hace la muerta.

La tengo que coger en brazos para levantarla de la cama.
Eso si, hay una cosa que me tiene negra, y es que por la noche se baja de la cama varias veces, va a por su hueso y lo trae, mis zapatillas, lo que pille vamos. Pero es que no puede dar el salto y subir a la cama, tiene que llamarme para que la suba.
