La lía parda en el veterinario

[Sheylor]

Se me acaba de ocurrir consultar con vosotros un problema que tengo desde hace dos años y medio y no he preguntado nunca cómo solucionar, y sí, se me ocurre a las 2.15 de la madrugada de un sábado anodino, pero mejor ahora que nunca:
Explico, una de mis perras es una labradora de 2 años y medio, sookie, es traviesa pero en general muy obediente, incluso demasiado porque tiene una gran dependencia de toda la familia y si le riñes por algo le entra ansiedad. Aunque la regañina consista simplemente en hablar con un tono de voz más seco y preguntar: "qué has hecho" ya se pone a jadear de ansiedad y a tumbarse por los suelos en postura de sumisión.
Vive con otra perra (a la que sigue a todas partes e imita en todo) y en la calle juega con todos los perros que ve, así que no es una perra aislada que no se haya socializado debidamente.
Para empezar tengo que decir que muchas veces tira de la correa y es un hábito que no hemos conseguido eliminar del todo, lo cual después de 16 años de tener perro pues no dice mucho de mí misma como adiestradora (aunque es el primer perro que tengo que tire...)
Pero bueno, no es muy exagerado, el verdadero problema que tengo es cuando hacemos nuestra aparición en el veterinario.
Ahí sookie se pone como loca, empieza a tirar como si fuera un perro de trineo para ir corriendo hacia los otros perros y, como no la dejamos, empieza a retorcerse, a revolcarse por el suelo dando vueltas y llorando súper alto.
Es una actitud exclusiva del veterinario, no lo ha hecho jamás en ningún otro sitio, y más bien a la entrada y a la salida del mismo, porque el rato que estamos en la salita de espera se calma un poco (pero no del todo).
Cada vez que voy al veterinario paso una vergüenza de muerte, me pongo colorada literalmente y observo las miradas de flipe que me dirige el resto de gente que está ahí con sus perros.
No sé cómo ensayar para evitar la situación porque como únicamente se produce ahí no puedo entrenar en casa o en otro sitio para evitarla, y además no cuento con la colaboración familiar porque a mi padre, que es quien siempre la lleva conmigo al veterinario, le resbala. Justifica el comportamiento con: "pues es un perro y es así, a mí no me da vergüenza, si te da vergüenza es problema tuyo"
Que quede claro que no priorizo el que me de vergüenza (aunque me la da, es que el espectáculo que monta es pa verlo) sino que es que es un problema de conducta y veo normal intentar corregirlo y además tampoco será bueno para la perra con lo nerviosa que se pone.
¿Algún consejo?

[black-bruna]

Yo tengo un problema parecido con Bruna, aunque ella no solo es en el veterinario, es extremadamente desconfiada con los desconocidos.
En el veterinario no quiere entrar, se mea en la entrada, ladra y lloriquea, vamos que de pasar verguenza en el veterinario tambien se un rato

Hoy por hoy la solucion que he tomado es ir al veterinario con los dos perros aunque la que se tenga que visitar solo sea Bruna, Black le encanta ir, y asi Bruna ya va mas relajada, desde que los llevo a los dos Bruna ya no se mea...

[vero_dalpa]

Hay dios, que nerviosa me eh puesto leyendote

Cuando actua así tú que haces, le prestas atención o pasas de ella??

Que no te de verguenza para nada nena.

Laica se ponía miedosa pero nada mas, ponía la colita entre las patas y quería subirseme encima.
Con Cabo una vez se meo encima cuando se vio acorralado del veterinario, la ayudanta y la recepcionista para pincharle en la patitia de atrás pero normalmente nunca les a tenido miedo porque siempre le han dado palitos de premio.

A ver si alguien te puede decir algo más.

[Sheylor]

Pues lo de llevar a las dos perras juntas me temo que en mi caso no funciona porque ya lo hemos hecho muchas veces, pero sookie en el momento en que entra en el veterinario ya no conoce y ni se acuerda de kira, es más, es que kira se contagia del mal comportamiento y empieza también a tirar.

En general en esa situación pasamos de ella, si le dices algo no hace ni caso (es que se le pone cara de maníaca, una vez se le puso esa cara en una plaza en la que he soltado perros durante 16 años para que corrieran sin que pasara nada, y de repente no sé qué le dio que puso esa misma cara y se fue corriendo detrás de un perro y me cruzó la carretera, no importó ni cómo le gritara ni que corriera detrás...en el momento en que le cambia la cara ya ni te oye ni repara en ti).
Así que en esa situación lo único que hacemos es tirar como podemos de la correa hacia donde tenemos que ir. Ya sé que si tiras de la correa el perro aún va a tirar más, pero en una recepción de un veterinario y con el follón que te monta de repente no es que haya mucho tiempo ni espacio para ponerse a aplicar técnicas tranquilamente a lo césar millán.
Lo único que se me ocurre es probar algo antes de entrar en el veterinario, porque la perra en cuanto ve la entrada ya se pone to loca, igual si consiguiera calmarla antes de entrar....