Él es tu amigo, tu compañero, tu defensor, tu perro. Tú eres su vida, su amor, su líder. Él será tuyo siempre, fiel y sincero, hasta el último latido de su corazón. A él le debes ser merecedor de tal devoción
voy, sin rumbo por la tierra redonda,
yo y mi sombra, haciendo del camino mi alfombra,
mira... no dejare de perseguir ese lugar
donde los pájaros de mi cabeza quieren emigrar...