Sylvia escribió:Yo lo que hago es callarme, pero los miro con una cara que si las miradas matasen, estarían enterrados 100 metros bajo tierra.
Vamos que con la cara que pongo se lo digo todo sin necesidad de usar palabras.
Yo también debería aprender a controlar un poco mi lengua, porque me sulfuro muy rápido, sobretodo con mi familia. Con los de la calle si me da les suelto una fresca y si no paso de ellos.
A mi me pasa lo contrario, me vengo abajo.... aunque últimamente no me callo mucho...
No me llameis perro...no merezco tan alto calificativo...no soy tan fiel, no soy tan leal, solo soy un ser humano.
Los miro a los ojos, y sé que nunca estaré sola si ellos caminan a mi lado
yo si me callo rebiento y luego parezco un alien y si hablo por lo menos me quedo un poco más tranquila de poder decir lo que pienso...a mi me sienta mejor hablar si veo que me empieza a subirme fuego por la garganta mejor me voy y listo jaja
mi mejor amigo, mi mejor compañero, el mejor protector de mis hijos, nunca nos dejará MI PERRO.
aireesther escribió:Y entonces ¿qué hacer? ¿te callas o le sueltas cualquier bordería? (porque su tono amable tampoco es)...
Piensa que no solo te casas con el hombre a quien amas si no con la familia entera, yo tampoco me llevaba bien con mi suegra pero después de poner a cada uno en su lugar lo mejor es finjir que no pasa nada y aguantarte.
Eso si, si tu futuro marido ve que esto te hiere tiene que reaccionar y poner limites o ponerlos tu. Mi madre siempre dice "más vale ponerse una vez rojo que cien amarillo" y tiene razón