Cuando llega el verano siempre vienen con ellos, y son de las que vienen un par de veces por semana al meno. Cada vez que les abrimos la puerta lloramos por dentro y nos ponemos en posición de retención

una vez que nos pusieron hasta el límite le pegué un pellizco a uno, flojito para no dejar marca

a todo esto las mamás: una de ellas pasa, si acaso les llama cansinamente y la otra se pone colorada y dice, no se que voy a hacer con ellos.
pues de momento no traerlos al banco, coño, que el resto de gente está trabajando
