Que te vaya todo muy bién, Esther. Ves entrando de vez en cuando, que sabes que te echaremos muuuuuucho de menos.
Él es tu amigo, tu compañero, tu defensor, tu perro. Tú eres su vida, su amor, su líder. Él será tuyo siempre, fiel y sincero, hasta el último latido de su corazón. A él le debes ser merecedor de tal devoción
que penita! , pero seguro que dedicandole tiempo y tu entrega se solucionarán las cosas.....y los peques mejorarán.
Mucho animo, mucha suerte, muchos besos y serenidad